qué es y para qué sirve

Al carbón se le conoce como un combustible sólido que está compuesto por rocas sedimentadas ricas en carbono y que suele ser muy fácilmente identificable por su color negro característico. A lo largo de los años, el carbón ha servido para múltiples propósitos, y hoy en día, es uno de los combustibles fósiles más utilizado a pesar de que no es renovable.

Actualmente, el carbón sigue teniendo mucha presencia en nuestra vida. El 25% de la energía consumida en el mundo es carbón, solo superado por el petróleo que pasó a ser la principal fuente de energía de nuestro planeta. El principal uso que recibe el carbón mineral es para la generación de energía eléctrica, para el que se utiliza el carbón pulverizado.

Tipos de carbón

No todos los carbones son iguales y existen algunas diferencias entre ellos.

  • Turba: suele tener un color amarillento pardo o negro. Se trata de material orgánico aunque suele ser de poca calidad y tener poco efecto calórico.
  • Huella: se trata del carbón mineral con mayor combustión que existe en el mundo. Esta cualidad es gracias a la gran presencia de carbono que tiene, alrededor de un 75% a un 90%. El resto de elemento se suelen situar en el 20%, donde el azufre suele ser el más común. Actualmente se usa en centrales térmicas, pero antes, cuando se descubrió, era el elemento principal en la industria siderúrgica, hasta que llegaron el petróleo por un lado y el gas natural después.
  • Antracita: es el menos contaminante de los tipos de carbón que existen y conocemos. Se trata del elemento con mayor calidad de todos, ya que tiene una baja presencia de carbono y bajo porcentaje de material volátil y cenizas. Es el más duro que existe y su color suele ser negro con brillo.
  • Lignito: no es un buen combustible dada la gran presencia de agua que tiene entre sus componentes. Tiene mucho carbono y, aunque se sigue utilizando en algunas centrales térmicas, lo cierto es que su combustibilidad es reducida.

Algunos datos

Como decimos, a lo largo de la historia el carbón se ha utilizado para muchos propósitos, aunque perdió fuerza con la llegada de otros materiales como el petróleo. Principalmente se usa para la generación de electricidad, la producción de acero, fabricar cemento y producción de combustibles líquidos.

Por ejemplo, casi la mitad de la electricidad que se consume en Estados Unidos es generada por carbón, y el país cuenta con unas 261 mi millones de toneladas de reservas de carbón.


Source link