La actividad sísmica continúa cerca de Grindavík, en el suroeste de Islandia, donde desde la medianoche hasta las 11:00 GMT de este miércoles 15 de noviembre se habían registrado 800 terremotos.
Con esta cifra, estarían sumando más de 3 mil 300 sismos en el país desde el pasado 10 de noviembre, cuando autoridades declararon estado de emergencia, pero, ¿por qué está pasando esto?
Islandia, rodeada de volcanes
En Islandia hay aproximadamente 200 volcanes, de los cuales unos 30 se encuentran activos. Grindavík, donde a sus alrededores se registran los movimientos telúricos, es una ciudad al suroeste del país que es famosa por sus volcanes y géiseres.
Las autoridades islandesas declararon el pasado viernes la situación de emergencia en Grindavík, luego que desde la medianoche y hasta las 14:00 horas (hora local) se midieron unos 800 temblores a unos tres kilómetros al norte de la zona y advirtieron de una posible erupción volcánica, por lo que ordenaron una evacuación preventiva de esta ciudad a 50 kilómetros de la capital, Reikiavik.
Posteriormente, el domingo 12 de noviembre, la Oficina Meteorológica de Islandia informó de alrededor de mil nuevos terremotos, mientras que el 14 de noviembre reportó 700 más.
La mayoría de los terremotos se registraron en medio del dique volcánico en Sundhnúk a una profundidad de entre 3 y 5 kilómetros, informó en su último parte la Oficina Meteorológica de Islandia, que resalta que la actividad se mantiene “constante” desde el pasado viernes.
Actualmente, los vulcanólogos han identificado un túnel de magma que se extiende a lo largo de 15 kilómetros, desde la ciudad pesquera de Grindavík hacia la costa sureste.
Según los modelos geofísicos, se estimaba que la intrusión se estaba propagando lentamente hacia arriba y se creía que el magma se encontraba a 800 metros bajo la superficie.
Pero el pasado martes, Benedikt Ófeigsson, de la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO, por sus siglas en inglés), señaló que es probable que el magma bajo Grindavík se haya acercado mucho a la superficie, posiblemente unos 500 metros, y precisó que el aumento de los niveles de SO2 medidos en la atmósfera es una prueba de su proximidad.
“El SO2 no se libera del magma hasta muy cerca de la superficie. Sólo en el kilómetro superior”, precisó, citado por RUV.
Las autoridades islandesas han iniciado la construcción de barreras de protección contra la lava, de 6 a 8 metros de altura, en torno a la cercana planta eléctrica de Svartsengi y la Laguna azul, el famoso balneario geotermal situado en la zona y cuyo cierre se ha prolongado al menos hasta el 30 de noviembre.
Los trabajos de construcción podrían prolongarse entre 30 y 40 días, informó el medio digital islandés Visir.
¿Por dónde saldría el magma?
Tras los terremotos, una grieta se formó en Grindavík y continúa ampliándose y desplazándose, según informó RUV.
La ubicación exacta de la emersión del magma es desconocida para los científicos, aunque la dirección de la fractura, que se ha desarrollado de suroeste a noreste, proporciona una pista. La OMI sugiere que es probable que la erupción ocurra en algún punto a lo largo de la grieta.
Este evento está vinculado a la actividad creciente del volcán Fagradalsfjall, situado en las cercanías, el cual ha experimentado un aumento en su actividad desde 2021, culminando en su última erupción durante el verano.
Existe la posibilidad de que el material volcánico finalmente emerja en este lugar, pero los científicos no pueden predecir cuándo ocurrirá. Según las últimas comunicaciones de la OMI, la probabilidad de una erupción volcánica en los próximos días se considera alta.
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(Con información de EFE y Aristegui Noticias)
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