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¿Qué puede hacer un presidente en funciones en Estados Unidos durante la transición?

Conforme avanza el escrutinio, el candidato demócrata Joe Biden se acerca más y más a la victoria y Donald Trump, al esperpento. El presidente compareció el jueves por la tarde en la sala de prensa de la Casa Blanca y lanzó una bomba de racimo sobre la legitimidad del sistema electoral de Estados Unidos, sobre las autoridades de los territorios que dan la victoria a Biden y sobre el propio candidato rival. El presidente acusó a Biden de querer “robar” las elecciones presidenciales del martes gracias a “votos ilegales”. Ni aportó pruebas, ni citó incidente alguno ni explicó por qué ha llegado a esa grave conclusión. Cuestionó, en resumen, la legitimidad de la propia democracia estadounidense.

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“Si cuentas los votos legales, gano fácilmente. Si cuentas los ilegales, los que han llegado tarde, pueden intentar robarnos las elecciones”, dijo, en referencia a los votos por correo que se siguen contando, al inicio de una declaración de 17 minutos. También cargó contra la “histórica interferencia electoral” de los grandes medios de comunicación, los poderes económicos y las tecnológicas. “Las empresas de encuestas”, añadió, “fallaron conscientemente”, con el fin de empeorar la imagen de Trump y disuadir a los donantes. Trump no respondió preguntas, algo muy poco habitual en él, dispuesto a entrar siempre al trapo con los periodistas incluso en los momentos más delicados de su presidencia.

En su huida hacia delante, el magnate neoyorquino parece estar quedándose solo. El Partido Republicano, que ha cerrado filas en torno a Trump durante cuatro años, guarda silencio para disgusto del presidente y su entorno. “¿Dónde está el Partido Republicano? Nuestros votantes nunca lo olvidarán”, escribió uno de sus hijos, Eric Trump, en su cuenta de Twitter, aunque lo borró enseguida. Su hermano mayor, Donald Trump Júnior, también criticó la “falta de acción”.

Algunos republicanos sí hablaron, pero para defender la integridad del proceso. “Las papeletas enviadas por correo no son fraudulentas”, recalcó Rick Santorum, excandidato presidencial del Partido Republicano. El senador de Utah y también en su día aspirante a la Casa Blanca, Mitt Romney, afirmó que contar “todos los votos” está “en el corazón de la democracia”. Varias cadenas de televisión decidieron cortar la señal en directo de la comparecencia de Trump para no contribuir a la difusión de bulos sobre el sistema electoral estadounidense.

La tensión aumenta en el presidente y su círculo al mismo ritmo que Biden va ganando votos en cuatro de los cinco Estados aún en juego. Carolina del Norte parece inclinada a Trump, pero Biden va en cabeza en Nevada y Arizona y, por otra parte, acorta las distancias en Pensilvania y Georgia. Este último Estado, que no elige un presidente demócrata desde 1992, arroja un empate técnico desde las diez de la noche del jueves (hora de la ciudad de Washington). A las dos de la madrugada (hora local, las 8 de la mañana hora peninsular española), Biden supera a Trump por solo 1.096 votos de Trump en Georgia (menos de un 0,1%), y va por detrás en Pensilvania, a 18.229 sufragios (un 0,3%).

Trump critica que se cuenten votos después de la jornada electoral —algo completamente habitual— porque conforme se procesan las papeletas, va perdiendo fuelle. El motivo es que varios Estados —entre ellos, Pensilvania, Míchigan y Wisconsin— cuentan primero los votos presenciales y, luego, anticipados y enviados por correo. Como los anticipados son mayoritariamente demócratas, la imagen del escrutinio la noche electoral era más favorable para el presidente, que estaba a la cabeza en Wisconsin y Míchigan, pero luego Biden fue mejorando y se acabó embolsando esos dos territorios clave. La misma tendencia sigue en Pensilvania, aún con el republicano a la cabeza. Sin embargo, ocurrió lo contrario en Arizona, que cuenta los votos anticipados primero y los presenciales después. Allí, la ventaja del demócrata se estrecha.

Biden reaccionó minutos después de la comparecencia de Trump en su cuenta de Twitter y dijo: “Nadie nos va a robar nuestra democracia. No ahora. Nunca. América ha llegado muy lejos, peleando muchas batallas, y no ha soportado tanto para dejar que eso pase”.

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