La expresión ‘caerse de un guindo’ (o sus formas ‘se ha caído de un guindo’, ‘caer del guindo’…) se utiliza cuando queremos referirnos a alguien que es crédulo o ignorante y que se manifiesta por un determinado asunto. Se desconoce el momento exacto que dio lugar al origen de esta locución, que sin lugar a dudas ha nacido del habla popular y no de un hecho histórico o fechado Lo que si se sabe fueron las circunstancias por las que se originó.
Origen de la expresión
El guindo es un árbol frutal del cual crecen las guindas, que es una fruta de color bastante intenso y parecido a la cereza, pero con un sabor algo más ácido. Puede llegar a tener una altura de unos cuatro metros, pero las ramas suelen ser bastante bajas y no muy fuertes, por lo que es fácil el poder subirse a él, pero también lo es caerse del mismo. Todo es debido a la fragilidad de sus ramas que no pueden soportar el peso de una persona.
En el mundo rural, ya hace bastante tiempo, había la divertida costumbre de gastar una broma a las personas más ingenuas diciéndoles que se subieran al guindo para recoger sus ricos frutos. El resultado es terminaban en el suelo al no poder sus ramas con ellos.
La recolección de la guinda, lo mismo que las cerezas se hace a mano y si quieres alcanzar las ramas de mayor altura, deberás usar alguna clase de elevador o escalera.
El que alguien inocentemente se suba a un guindo y termine cayendo al suelo es lo que originó esta expresión que habla de lo crédulo que es alguien respecto a algo.
Así pues, el hecho de que alguien de forma inocente subiera a un guindo (por indicación de otra persona) y acabase cayendo al suelo originó la expresión con la que se indica la credulidad de un individuo respecto a algo.
Podemos añadir que, con frecuencia, se usa también otra expresión como es «caerse del nido» cuando se quiere uno referir a ese tipo de inocencia o candidez. Esta locución viene que algunas crías de ave, cuando todavía no están bien formadas, cuando quieren volar como sus padres o hermanos, terminan en el suelo sin conseguirlo por su falta de madurez o preparación.
Cabe destacar que, muy habitualmente, suele utilizarse también la expresión ‘caerse del nido’ para referirse a la misma candidez e inocencia, aunque esta otra locución proviene del hecho de que algunas crías de ave (cuando todavía no están lo suficientemente formadas) en un intento de volar del nido caen al suelo sin lograrlo debido a su inmadurez.
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