Arturo Huerta González El Senado de la República aprobó una iniciativa que pretende reformar al Banco de México (Banxico) para que compre el excedente de dólares en efectivo que el sistema bancario no pueda colocar con sus corresponsalías en el exterior y que esos dólares pasen a formar parte de la reserva internacional. Se dice […]
Arturo Huerta González
El Senado de la República aprobó una iniciativa que pretende reformar al Banco de México (Banxico) para que compre el excedente de dólares en efectivo que el sistema bancario no pueda colocar con sus corresponsalías en el exterior y que esos dólares pasen a formar parte de la reserva internacional. Se dice que ello es para beneficiar sobre todo a los migrantes que mandan dólares a sus familiares en México. Ya se ha señalado mucho que el 99% de las remesas se realizan en transferencias electrónicas y no en efectivo, por lo que este sector no tiene problema para que dicha reforma se realice. También ya se ha señalado que el mayor número de bancos tiene corresponsalías en el exterior (con los que tienen convenios regidos por normas contra el lavado de dinero), para mandar los dólares en efectivo que reciben y que solo una institución financiera es la que no tiene corresponsalía. De ahí que surge la duda, de por qué la prisa del Senado de aprobar una Iniciativa, sin discusión alguna y la haya pasado a la Cámara de Diputados para su discusión y aprobación. Había presiones para que se aprobara a más tardar el día 15 de este mes, siendo que dicha iniciativa no es trascendente frente a los problemas que el país enfrenta hoy en día frente a la pandemia y el quiebre y cierre de empresas, alto desempleo y crecimiento de la cartera vencida.
Banxico, como la Asociación de Bancos de México y sectores patronales se han opuesto a dicha Iniciativa señalando que ella daría lugar a lavado de dinero y que atenta contra la autonomía del banco central y compromete la estabilidad macroeconómica. Y en defensa de Banxico, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL declara que “el Banco de México es una de las instituciones que tienen más prestigio, es fuente esencial de estabilidad económica para todas las familias; es garante del sistema financiero y es ancla para la estabilidad financiera y económica del país”.
Dicha Iniciativa debe ser descartada debido a que estaría atentando sobre el banco central tenga éste autonomía o no la tenga. Ningún banco central debe lavar dinero, ni incrementar reservas internacionales con dinero ilícito.
Hay una defensa generalizada de la autonomía del banco central, diciendo que es el garante de la estabilidad financiera y económica del país, y me pregunto, de que “estabilidad financiera y económica” nos están hablando, si tenemos un banco central y un sistema bancario disfuncionales a la dinámica económica, donde la economía nacional ha venido creciendo cada vez menos y nos ha llevado a crisis económicas recurrentes, además de aumentar el desempleo y la pobreza.
Mientras muchos bancos centrales están bajando la tasa de interés a cero o niveles cercanos a cero, y están comprando deuda directa a los gobiernos para que éstos gasten lo necesario para el combate a la pandemia, como para apoyar empresas y familias y para frenar la crisis, Banxico mantiene una tasa de referencia de 4.25 % para estimular entrada de capitales para abaratar el dólar y bajar la inflación, a costa de seguir relegando los objetivos de crecimiento y empleo. La banca por su parte cobra altas tasas de interés, sin importarles la caída drástica del ingreso de empresas e individuos, que les impide cubrir el pago de sus deudas, por lo que está aumentando la cartera vencida, lo que terminará desestabilizando al sistema bancario.
En vez de que el Congreso legisle para que Banxico compre deuda al gobierno a baja tasa de interés, y además regule la tasa de interés que cobra la banca y las instituciones financieras, así como la estructura crediticia, la cual debe favorecer al sector productivo, los legisladores se preocupan por cosas mínimas (como la Iniciativa que está a discusión), que más que apoyar a la economía en su conjunto, favorece al lavado de dinero.
El gobierno federal y el Congreso no están respondiendo a la altura de las circunstancias que el país está enfrentando. Se requieren muchos recursos financieros. El banco central cuenta con la liquidez suficiente para que el gobierno gaste lo necesario para frenar la pandemia y la crisis económica. Hay que apoyar la planta productiva para frenar la destrucción de capacidad productiva que está aconteciendo, lo que se traduce en menor generación de empleo, menor generación de riqueza, menor crecimiento y menores niveles de vida. El mayor gasto público no sería inflacionario, debido a que la economía cuenta con altos niveles de capacidad ociosa y desempleo que deben ser utilizados para incrementar la producción que satisfaga la mayor demanda que generaría el mayor gasto público. Hay que dirigir el gasto público a favor del desarrollo productivo, que sustituya importaciones para evitar presiones sobre el sector externo y reducir los requerimientos de entrada de capitales.
Se requiere un banco central que responda a los propósitos nacionales de crecimiento y empleo con baja inflación, y no siga respondiendo a los intereses del sector financiero, que es el único que se ha favorecido por la estabilidad de la moneda.