Cada año mueren en el mundo alrededor de 30.000 elefantes a manos de cazadores furtivos para traficar con el marfil de sus colmillos. Una de las partes más interesantes de su anatomía, además de los colmillos, es la trompa.
Es de destacar que estos animales tienen alrededor de 100.000 músculos distintos en la trompa y pueden almacenar en ella entre 10 y 15 litros de agua. Veamos algunas de las curiosidades de los colmillos en los elefantes.
Los elefantes hacen uso de sus colmillos para un amplio abanico de funciones que les permiten sobrevivir: cavar, levantar troncos pesados… También los utilizan a modo de arma ante los enemigos. Por lo general, estos animales hacen más uso de un colmillo que del otro.
Del mismo modo que ocurre con los humanos, los colmillos que presentan los elefantes en el momento del nacimiento son de leche. Cuando cumplen un año se caen, y los definitivos empiezan a salir a partir de los tres años de edad. Es interesante conocer que los colmillos continúan creciendo durante toda la vida, a 15 centímetros por año aproximadamente.
En el caso de los elefantes africanos, ambos sexos tienen colmillos, aunque existen diferencias notables entre ellos. En los machos la circunferencia es mayor y es mucho más pesado.
En relación al tamaño de los colmillos de los elefantes, lo cierto es que solo son visibles ¾ de los mismos. El resto está oculto dentro de su cráneo. Es por ello que los cazadores furtivos no cortan únicamente los colmillos y dejan a los animales vivir.
Respecto a los elefantes asiáticos, se estima que el 40% de ellos no tienen colmillos. Esto es lo que provoca que existan grandes diferencias, tanto en la musculatura como en la forma de la cabeza y del cuello de los animales.
Sobre cuánto miden y pesan los colmillos de estos animales, pueden llegar a los 3,5 metros y a los 200 kilos.
Los elefantes son una de las especies de mamífero que cuentan con colmillos. En la antigüedad estos fueron dientes normales. Con el paso del tiempo han ido evolucionando y desarrollándose, convirtiéndose en un gran arma que favorece su supervivencia. Los elefantes, además de utilizarlos para defenderse, también los usan para apartar ramas, e incluso levantar troncos.
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