Cuando vamos a comprar un coche nuevo o de segunda mano, existen varios elementos que debemos tener presentes para saber qué tipo de coche estamos adquiriendo. Entre otras muchas cosas, encontraremos siglas que no entendemos como el HDI o el TDI, que hacen referencia a los motores diésel de los vehículos.
¿Qué es el TDI?
Se trata de las siglas en inglés de Turbo Direct Injection que, básicamente, es Turbo de Inyección Directa al motor. Esta inyección directa existe en los motores diésel desde que se comenzaron a comercializarse, y después se le añadió el turbo que dama muchas más consistencia y velocidad a la transmisión.
Se trata de una clase de motores que cuentan con una cámara de combustión que se sitúa a la cabeza del pistón que viene equipada con un turbo. Esta cámara de reducción es más reducida, por lo que supone una ventaja ya que pierde mucha menos energía que otro tipo de coches que no contienen el TDI.
La consecuencia directa de llevar TDI en nuestro coche es que el consumo de gasolina es menor porque el rendimiento es mayor y de mejor calidad. Estos coches que utilizan TDI y no HDI, destacan por llevar un buen arranque en frío, además de que el calor que se pierde en estos motores se usa mucho mejor que en motores de otras características.
¿Cómo funciona el HDI?
En castellano lo podríamos llamar como Inyección Diésel de Alta Presión. Sus siglas en inglés, High Presure Diesel Injection, hacen referencia a la utilización de gasolina diésel que funciona con inyección directa y utilizando turbocompresor para ello.
Esta tecnología suele ir equipada como Common Rail, un sistema de transmisión interna de los vehículos que hacen que sea más precisa y exacta a la hora de que la inyección llegue al motor y consuma poco.
Esta tecnología de equipamiento de un motor con HDI hace que las prestaciones del motor de nuestro coche aumenten, disminuya la expulsión de gases y provoque poco ruido.
Aunque existen diferencias entre HDI y TDI, lo cierto es que son sistemas parecidos ya que ambos utilizan para su funcionamiento turbocompresor e inyección. Consumen poco y son fiables, lo único que se tratan de siglas diferentes según la apuesta que la casa de coches o grupo automovilístico haya hecho por una u otra tecnología para los motores diésel turboalimentados.
Normalmente, en eficiencia técnica no notaremos la diferencia, aunque suele ser más común decantarse por vehículos con HDI al tener una inyección más precisa.
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