Existen una serie de expresiones que se utilizan a menudo y que ya tenemos normalizadas en nuestro día a día. Una de ellas es «Irse por los ceros de Úbeda». Esta localidad de la provincia de Jaén, fue junto con su vecina Baeza nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco y se ubica en una zona que está prácticamente plana donde sus ligeras laderas están repletas de olivos.
Situada al norte de la provincia de Jaén, esta bella ciudad es donde tuvieron algunos de los episodios más interesantes e históricos de la reconquista. Incluso llegó a ser protagonista de una de las expresiones más populares en España.
Úbeda es una preciosa localidad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco situada al norte de Jaén. En ella tuvo lugar uno de los episodios decisivos de la Reconquista y que, a su vez, formó una de las expresiones populares más conocidas de España: «irse por los cerros de Úbeda». ¿Qué ocurrió para que se acuñase esta expresión?
Unos años después de la mítica batalla de las Navas de Tolosa y a unos pocos kilómetros al sur de España, se produjo otra lucha en Úbeda entre los almohades y los cristianos. Este enfrentamiento se produjo en 1233, donde murieron cientos de soldados de los dos bandos, pero donde además se produjo un suceso que terminó pasando a la historia como frase popular.
Antes de comenzar la batalla, un alto mando del rey Fernando III, el Santo, desapareció sin saber el lugar donde había ido, Horas después, en cuanto se conquistó la ciudad y una vez pasado el peligro volvió a aparecer y cuando le preguntó el rey en donde había estado cuando de estaba desarrollando la contienda, respondió que se perdió en los cerros de Úbeda.
Los cortesanos reales pensaron como es lógico que era una mentira de una persona que no quería admitir lo cobarde que había sido ante una batalla tan cruenta o que había tenido una cita con una mujer en esos cerros. La ironía pasó a ser expresión que se usa cuando alguien se escaquea o dar rodeos a la hora de expresar lo que ha hecho.
La belleza de Úbeda y de sus cercanías no sirven para justificar al alto mando, pero si que hacen que comprendamos algunas de las razones para no querer estar en aquella lucha cruenta, ¿no?
Source link