Son 3.922 peldaños con una inclinación considerable lo que separa la Tierra del Cielo. Las famosas escaleras de Haiku, conocidas como las escaleras al cielo de Hawái son uno de los reclamos turísticos más conocidos de la isla del Pacífico.
Por el sendero de montaña encontramos escaleras que están situadas casi en pendiente, serperteando una montaña de 6.000 metros de altura donde los más intrépidos turistas y montañeros suben para realizar esa foto deseada de la isla. El problema es que son tan peligrosas que las autoridades locales han optado por cerrarlas para que no ocurran incidentes graves.
Un lugar de sueños en Hawái
Construidas por la Marina de los Estados Unidos en 1940 con la idea de llegar hasta la estación de radio que se encuentra en la cima, poco a poco el paso del tiempo ha ido mermando la estructura de las escaleras al cielo de Hawái, convirtiéndolas en una atracción de ensueño pero peligrosa.
Fueron cerradas al público ya en 1987 donde los accidentes que se habían sucedido ya eran demasiados como para mantener abierto este sendero a cualquiera. Aún así, los turistas que buscan emociones fuertes, Youtubers de aventura o Instagramers, no han dudado en traspasar las medidas de seguridad para llegar a la cima, contando las autoridades hasta 4.000 turistas al año.
Esta entrada ilegal de turistas está acelerando el proceso de cierre de las escaleras al cielo de Hawái que siempre ha enfrentado a las autoridades por el uso que se le da a esta construcción natural en mitad de las montañas.
Los responsables alegan que supone un alto gasto de dinero para los ciudadanos de la zona, además de una responsabilidad en cuenta a seguridad para sus turistas. El propio concejal, Brandon Elefante, así lo manifestó en una entrevista para Hawái News Post: «La ciudad ya ha gastado casi un millón de dólares de los contribuyentes para remodelar las escaleras y cientos de miles de dólares en costos de seguridad».
Sólo una muerte documentada
A pesar del peligroso sendero, las autoridades de Hawái respiran todavía tranquilos ya que no han tenido que lamentar accidentes fatales. Tan sólo en 2021, el cantante Fritz Hasenpusch, murió ascendiendo a la cima por un paro cardíaco.
El resto de incidencias han sido siempre solventadas por las autoridades. Además, desde hace años existe una prohibición expresa para todo aquél que suba el sendero con una multa de 850 euros. Sanción que no ha sido impedimento para muchos aventureros que se arriesgan para conseguir el objetivo de llegar a la cima de la montaña.
En los próximos meses, los responsables de la zona decidirán qué hacen con las escaleras al cielo de Hawái, aunque todo apunta a que desaparecerán para siempre.