Un equidna es un tipo de animal realmente desconocido para el común de los mortales. En apariencia, puede parecer un erizo, pero no es así exactamente.
Los equidnas son mamíferos también llamados taquiglósidos. Proceden de la suborden Tachylogssa y tienen como nombre oficial el de Tachyglossidae.
Esta especie de erizo solo se puede ver en la zona de Australia e islas cercanas, como Nueva Guinea. Los encontramos igualmente en Salwati o Tasmania, así como en zonas menores cercanas a estas costas.
Pero la verdadera rareza de los equidnas reside en que, pese a ser considerados mamíferos, son de las pocas especies que ponen huevos, igual que sucede con los ornitorrincos.
El equidna es llamado así debido a la ninfa mitológica del mismo nombre que, supuestamente, era la madre de todos los monstruos más o menos legendarios en la antigua Grecia.
Cómo es el equidna
Un equidna es fácilmente reconocible por su cuerpo cubierto de espinas, como si fuese un erizo o puercoespín. Se suele alimentar de insectos, especialmente termitas y hormigas, de ahí que muchos los conozcan como hormigueros espinosos.
Pese a poner huevos, esta especia animal se considera como mamífero por el hecho de ser un marsupial. No obstante, la evolución ha hecho que ponga huevos, cosa rara en su especie. Generalmente, las madres colocan sus huevos en bolsas donde crecen en unos 50 días.
El órgano reproductivo de este animal es también extraño. Tiene un agujero que se llama cloaca y que tiene diversas funciones. Lo usa igualmente para defecar y para orinar. En hembras es un genital y por ahí también pone los huevos. Sin embargo, los machos tienen un pene de cuatro cabezas también. El acto sexual entre equidnas puede durar más de media hora.
La piel de estos animales es muy gruesa y compacta, sobre la cual se observa un gran número de espinas que usan para protegerse. A primera vista, no se observan grandes diferencias con algunos erizos.
Las mamás equidnas alimentan a sus bebés con leche materna, pero no poseen mamas convencionales ni pezones. Así pues, los pequeños estimulan unos poros en las glándulas mamarias por los que comen.
Investigaciones han demostrado que esta especie es capaz de tener sueño REM en una temperatura ambiente de unos 25ºC de media. Si baja de 15ºC o sube de 28ºC salen de este estado.
Ya ves que estos animales que se alimentan de insectos a través de su larga lengua son realmente singulares y extraños.
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