Estamos seguros de que en alguna ocasión has tenido necesidad o vas a tener que comprar una tarjeta de memoria, bien porque tengas cámara nueva o porque realices un viaje y precises de más capacidad para el almacenamiento de tus fotos.
¿Qué Tarjeta de Memoria Comprar para tu Cámara?
Para que sepas que debes tener en cuenta vamos a dejarte claro lo que necesitas saber:
1- El Tipo de Tarjeta
Existen varios tipos de formatos y se diferencian por el tamaño y características técnicas. Lo más importante es que cada cámara solo usará una clase de formato de memoria para el que ha sido diseñada, por ello debes asegurarte de saber qué clase de tarjeta admite tu cámara antes de comprar una. Los formatos más utilizados son:
- Tarjeta SD (Security Digital)
Formato que abunda más y el que usan la gran mayoría de cámaras compactas y réflex de gama media o baja. Son ligeras y de tamaño pequeño, también las más baratas.
No son las más usadas, pero se pueden utilizar con un adaptador SD, aunque no es lo más recomendable. Formato ideal para dispositivos electrónicos de tamaño reducido como smartphones, tablets o cámaras deportivas.
- Tarjeta CF (Compact Flash)
Formato que suelen usar las cámaras réflex de gama alta y las cámaras de medio formato. Las de mayor tamaño y robustez en tamaño, aunque destacan también por sus altas prestaciones.
Formato que usan por defecto las cámaras de la marca Sony.
Formato de tarjeta de memoria de Olympus que solo usan las cámaras de este fabricante.
Formato que trata de destronar las tarjetas SD y Compact Flash. No es raro pensar que acabe siendo el formato estándar.
2-La Capacidad de Almacenamiento
La capacidad de las tarjetas de memoria determina la cantidad que puede almacenarse. La medida se expresa en gigabytes y se pueden encontrar en varias capacidades, siendo las más vendidas las de 16 GB, 32 GB y 64 GB. Existen incluso de más capacidad, caso de las de 128 GB, 256 GB o incluso las de 512 GB.
3- La Velocidad de Escritura
El tercer aspecto que hay que contemplar es la velocidad de escritura. Merece la pena fijarse en ello y no solo en la velocidad de lectura, que muchas veces es el único dato que va a resaltar el anuncio o el vendedor. Lo que te interesa es que tenga una velocidad de escritura rápida, aunque es complicado identificar dicha velocidad porque han existido muchas nomenclatura.
Al principio se reconocía por un círculo con un número que indicaba la clase de la tarjeta. Si era clase 10, es que la tarjeta contaba con una velocidad de escritura de 10 MB/s.
Después apareció la letra ‘U’ (de Ultra High Speed) con un número dentro. Y desde 2017, apareció en el mercado las Video Speed Class, que se identifican con una letra ‘V’ junto con un número al lado.
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