En el año de la pandemia noveló su novena entrega, Érase una vez… en Hollywood, la película de 2019 interpretada por Leonardo DiCaprio (Rick Dalton), Brad Pitt (Cliff Booth) y Margot Robbie (Sharon Tate). Quentin Tarantino (Knoxville, Tennessee, 58 años) traslada al papel una ficción cinematográfica que evitaba que la Familia Charles Manson —secta que llevaba el nombre de su líder— asesinara a la actriz Sharon Tate, esposa de Roman Polanski. El director ha conseguido llevar a la prosa su inconfundible estilo fílmico, mezclándolo con eruditas referencias a oscuras series de televisión y películas que aparecen en el relato y en su conversación. “¡Debes reconocer que tiene mérito no ser de España y conocer a los hermanos Marchent!”, dice en un momento de la entrevista, aludiendo a los pioneros del wéstern español que coló en su película.
Tarantino está de buen humor. Viste camisa azul de manga corta y acaba de terminar su almuerzo que sacó de una lonchera de metal de Bounty Law, el programa ficticio donde se hace famoso el actor que encarna DiCaprio en Érase una vez… en Hollywood. Sobre la mesa de la suite de un hotel de lujo en Beverly Hills hay una elegante copia de su primer libro (publicado en español por Reservoir Books con traducción de Javier Calvo). La edición es solo para la promoción. Los ejemplares que han inundado las librerías en Estados Unidos son de bolsillo y cuestan 9.99 dólares (8,4 euros). El diseño, del director, imita los libros basados en películas que él creció leyendo en los años setenta. Como casi toda primera novela, tiene ecos autobiográficos y recuerdos de una ciudad a la que llegó cuando tenía cuatro años.
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Pregunta. Arranca su primera novela con una escena muy suya, de mucho diálogo. ¿Fue una declaración de intenciones?
Respuesta. Esta historia siempre comenzó con Rick y Marv [su agente Marvin Schwarz, a quien en la película da vida Al Pacino]. Primero lo pensé como novela, después como obra de teatro, cuando la pensé como película siempre fue con esta primera escena. No hay demasiada trama, pero hay algo. Muestra a Rick ante el dilema en que se encuentra, que es un asunto del pasado para esta nueva generación de protagonistas en Hollywood. Marv se lo explica y eso permite recorrer toda su filmografía y carrera e informar al público.
P. Poco después muestra su intención de convertir a Cliff en un personaje central. Mucho más siniestro y complejo que el de la pantalla.
R. Siempre busqué eso para Cliff. En la película, los asesinos de la familia Manson se encuentran con Cliff en lugar de con Sharon [Tate]. La idea no era que se encontraran con un héroe masculino. La idea es que se encontraran con alguien 15 veces más peligroso que ellos. Alguien que era un asesino total, en el sentido que quería la Familia Manson.
P. Al mismo tiempo, es un hombre que va solo al cine a ver películas de arte. Muchos pensarían que el gusto cinematográfico de Cliff es el suyo.
R. Estoy de acuerdo en mucho de lo que opina Cliff, pero no soy yo. Es Cliff hablando. Coincidimos en mucho, pero por motivos diferentes. Cliff nunca se referiría a sí mismo como un cinéfilo. Solo un nerd se referiría a sí mismo como un cinéfilo. Más que hablar de Kurosawa, le gustaría hablar de motores y carburadores. No va al cine por emociones, para eso se sube a una motocicleta.
P. ¿No le preocupa que la gente compare la novela a la película?
R. Lo asumo. Cuando estaba escribiendo me convencí de que al menos en los próximos dos años, el 97% de los lectores habrán visto la película. Estoy en paz con eso. Lo usaré en mi beneficio.
P. ¿Espera que se convierta en algo propio?
R. Sería muy interesante artísticamente si es solo una pieza de acompañamiento o si entra en conversación con la película. No lo pensaba cuando estaba escribiendo. Solo creía que podía ser un buen libro. Habrá un momento en que la gente lo lea sin que haber visto la película, pero será dentro de un buen rato.
P. Comenzó con ideas de la historia cuando estaba haciendo Deathproof (2007). ¿Cuándo supo que tenía un libro?
R. Arrancó como una novela. El primer capítulo que tenía no está aquí. Era un libro cinematográfico sobre Rick Dalton, sus películas, algo que escribiría en profundidad alguien que ha seguido su trayectoria. El siguiente capítulo fue el de Aldo Ray…
P. Una parte muy triste. Un actor alcohólico en la vida real que está filmando en Almería.
R. Es un personaje fascinante de Hollywood. Hay algo conmovedor en una decadencia tan pública. Dónde estaba y cuán bajo cayó. Hollywood está lleno de estrellas que viven momentos duros 20 años después, pero Aldo Ray es el santo patrón de todos ellos. Es también un gran personaje. Es patético, pero también creo haberlo retratado con dignidad. Quise ponerlo con Cliff, otro héroe de la Segunda Guerra Mundial, en condiciones similares en un hotel sin aire acondicionado de España durante el rodaje.
Rechazo completamente la idea de que un personaje se define solo por el número de frases que tiene.
P. ¿Sigue Hollywood triturando vidas de esa forma?
R. Quizá me equivoque, pero creo que ya no. El equivalente de Aldo Ray en los cincuenta, y aún le quedaba una caída pronunciada hasta el 78, quizá serían algunos actores de los noventa. A lo mejor había gente que eran estrellas entonces y ahora están en televisión sin ser protagonistas. Pero no es la situación de Aldo. No hay gente que haya estado en lo más alto y haya terminado haciendo pornografía o películas que van directas a vídeo.
P. ¿Cómo hizo la investigación de este libro?
R. Todo lo de la familia Manson está en cuatro o cinco libros que tienen la historia oral y la cuento nuevamente en mis propias palabras. Pero la carrera de este u otro actor, los lugares de Hollywood y los programas y películas… he pasado toda mi vida llenándome la cabeza de ese tipo de cosas. Cuando estaba escribiendo el guion estaba sorprendido con la cantidad de cosas que había retenido desde que tenía nueve años. Cargaba 70 kilos de peso extra en mi cerebro. Ya no los necesitaba porque ahora la gente teclea algo en la computadora y tiene las respuestas inmediatamente. Yo me enorgullecía de tenerlo en la cabeza, pero ahora me pregunto por qué.
Habrá un momento en que la gente lea el libro sin haber visto la película, pero será dentro de un buen rato.
P. ¿Cree que esto hace que esta novela sea la única adaptación literaria posible de entre sus películas?
R. Sí. Sabía que quería novelar una película. Me había enamorado de la idea. Tenía nueve para elegir y esto quitaba un poco de presión. Pensé que era esta porque ha sido la más reciente, a la gente le gustó y los personajes han causado sensación. También porque contiene ciertos aspectos históricos de la industria y esta ciudad.
P. ¿Por qué se puso como personaje?
R. Simplemente sucedió. Cuando se me ocurrió la idea de que el grupo de actores fueran a tomar una copa después de filmar elegí un sitio que conocía. Mi padrastro tocaba ahí el piano. Lo visité un par de veces. Quizá una vez de noche cuando estaba tocando. Normalmente si estaba ahí es porque me había recogido de la escuela. Mi madre era enfermera, pero él tocaba por las noches y estaba disponible por las mañanas. Y me llevaba de vez en cuando a recoger cheques. Era un lugar fascinante. Así que puse allí a mi padrastro y me puse con él. Me pareció algo dulce.
P. ¿Tuvo que buscar una voz para su estilo narrativo?
R. Creo que no batallé mucho. Escribo guiones desde hace mucho. Y es muy fácil. Es algo que me sale… Una novela es algo similar. No quiero decir que fuera difícil, pero tampoco fácil. Escribes un montón de capítulos, crees que lo has hecho muy bien, vuelves a leerlos y te das cuenta de que son terribles… pero al menos has podido poner unas ideas en el papel. Después lo reescribes y te sale un poco mejor. En los guiones me sale bastante más rápido lo que quiero.
P. ¿Aprendió algo?
R. Sí, soy mejor escritor después de haber terminado una novela.
P. Mantuvo mucho tiempo en secreto que estaba escribiendo un libro.
R. Solo quería comentarios positivos (risas). Lo conté cuando llevaba cuatro o cinco capítulos y comprendí que iba a escribir el libro entero. Tres o cuatro personas recibían los textos. Y era emocionante porque ahora estaba escribiendo para alguien. Ya no era algo raro que hacía solo para mí.
P. ¿Se sentó a escribir con algunas de las críticas a la película en la cabeza? Generó mucho debate que en el filme el personaje de Margot Robbie casi no tuviera diálogos, por ejemplo.
R. Traté de que no, porque que eso me afectara era dejarles que ganaran la partida.
P. En la novela ahora leemos a una Sharon Tate de carne y hueso, con una historia detrás.
R. Sí y no. Rechazo completamente la idea de que un personaje se define solo por el número de frases que tiene. No conozco a ningún actor que piense eso, a menos que sea un ególatra. No conozco a ningún dramaturgo que lo crea y, francamente, a ningún crítico. Es un argumento absurdo. Pude haber inventado a una mejor amiga con la que hablara sin parar y cumplir la cuota. O la pude haber puesto con Dr. Saperstein, su perro, haciendo comentarios. Y eso habría resuelto la polémica pero no la habría hecho mejor personaje.
Este es un libro de 9.99 dólares. ¿A quién carajo le interesa lo que hay dentro?
P. ¿Se sintió más libre escribiendo una novela?
R. La gran diferencia es que la película costó 95 millones de dólares y se invirtió aún más para venderla en todo el mundo. Y no tiene un pararrayos ante las controversias. Está bien ser parte de la conversación, pero no a un punto donde sea un demérito para tus socios comerciales. Pero este es un libro de 9,99 dólares. ¿A quién carajo le interesa lo que hay dentro?
P. Entra en un nuevo territorio, el literario, y la crítica ha dicho que escribe como Elmore Leonard. ¿Se siente cómodo con ello?
R. No escribo como él, pero soy fan suyo. Estoy contento. Esperaba que algunos críticos fueran malos, pero no, han sido generosos conmigo. Muchos piensan que es un libro divertido. La película es muy graciosa, pero más el libro.
P. ¿Está probando nuevos terrenos ahora que el sol se pone sobre su carrera cinematográfica?
R. Sí, pero siempre se me ha identificado como un escritor. Y este es el primer libro de varios.
P. Escribió una novela con un niño de 15 meses en casa. ¿Cómo?
No escribo como [Elmore] Leonard, pero soy su fan
R. Funcionó muy bien. La pandemia llegó y todo el mundo estaba en cuarentena. Yo había planeado estar ese año en casa por el bebé y para trabajar en el libro, un trabajo solitario. Ha sido grandioso. Iba a mi oficina mientras y mi esposa se quedaba con él, después comía con ellos, jugaba y lo bañaba. Ha sido genial.
P. ¿Disfruta la paternidad?
R. Amo cada segundo. Me lo paso de maravilla.
P. ¿Ya le ha puesto su primera película?
R. Sí. Ha sido Gru: Mi villano favorito 2.
P. ¿Se identifica con Rick, alguien que intenta decir adiós a Hollywood?
R. No. Él viene desde un sitio lleno de ansiedad y yo no. Él está en la obsolescencia, donde yo no estoy ni de cerca. Una de las cosas graciosas de mi relación con Rick es que el personaje me gusta y a la gente le es muy fácil sentir pena por él. Leo [DiCaprio] sabía que yo no me identificaba de ninguna manera con él. Pienso que es un llorón. Su carrera no es mala. Es una muy buena carrera ¡solo que es demasiado egoísta como para apreciarla!
P. ¿No está preparando el terreno para su retirada?
R. No, al contrario. Si algo estoy diciendo con esta novela es “¡Hola!”.
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