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Quién acompaña a los niños que no pueden estar con sus familias en los momentos difíciles


Los niños y niñas de España fueron enviados a sus casas desde el comienzo de la crisis sanitaria de coronavirus. Y tres meses después su relación con la covid-19 sigue preocupando a expertos y familias. Los estudios realizados al respecto parecen concluir que los menores no son supercontagiadores, uno de los motivos que llevó al cierre de colegios al comienzo del estado de alarma, aunque estos sí se pueden contagiar al igual que los adultos. Aunque parece que padecen menos la enfermedad: hay diversas investigaciones que hablan de que presentan menor carga viral y alguna que la carga viral es igual que la de un adulto, pero nunca mayor.

La incidencia real indica que, en España, los contagios de niños han sido infrecuentes. “En esta pandemia, se ha infectado entre el 1 y el 2%, como mucho. Una incidencia menor en España que el total de casos de menores infectados a nivel mundial”, explica Cristina Calvo Rey, experta de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en materia de coronavirus.

Datos que amplía Antonio Figueras, doctor en Biología y profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): “Unos 1.400 niños en nuestro país han sido diagnosticados. De ellos, un 30% han sido ingresados. Se conoce solo un fallecimiento en menores por coronavirus en España, en Aragón”. Además, el estudio nacional de sero-epidemiología del Ministerio de Sanidad revela que la prevalencia entre los niños es inferior a la que han encontrado en otros grupos de edad: “Para los 268 menores de un año, la prevalencia es del 1,1%; en los 1.693 menores de cinco años ha resultado ser del 2,2% y para los 2.857 de entre cinco años y nueve años, del 3%”, señala Figueras.

La tos y la fiebre, los síntomas más frecuentes

La mayoría de los menores que se han infectado por coronavirus han tenido síntomas leves con “fiebres o cuadros respiratorios (…), síntomas gastrointestinales y algunos cutáneos. No se han hecho suficientes tests en asintomáticos como para saber si hay muchos niños con esta característica, aunque los datos publicados sí lo avalan”, sostiene Calvo. “Los casos más graves han sido neumonías y cuadros de dificultad respiratoria que han precisado hospitalización”, prosigue la pediatra, “y en algún caso infrecuente, han necesitado atención en cuidados intensivos. En los casos más graves, se puede dar el síndrome inflamatorio sistémico. Al principio se pensó que eran casos de enfermedad de Kawasaki atípicos. Ambas patologías se confunden porque comparten algunos síntomas, sobre todo la fiebre y las manchas en la piel, y en algunos casos la conjuntivitis”, añade.

Una revisión sistemática, la más grande realizada hasta la fecha en niños y adultos jóvenes infectados por el nuevo coronavirus, y realizada por investigadores de la Long School of Medicine del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas (Estados Unidos) y publicada en la revista EClinicalMedicine, confirma lo que dice Calvo: la fiebre y la tos son los síntomas más frecuentes que padecen los niños con covid-19. En este trabajo se han analizado 131 estudios en los que han participado 7.780 pacientes pediátricos. En este sentido, los investigadores han comprobado que el 59% de los niños con la enfermedad padeció fiebre y el 56% tos, y añaden que el número de niños con excelentes resultados sorprendió al equipo. “Aunque estamos escuchando sobre formas graves de la enfermedad en niños, esto ocurre en circunstancias muy raras”, han comentado los expertos en su artículo. Afortunadamente, solo un pequeño número de pacientes cumplió con la inclusión del síndrome inflamatorio multisistémico en niños.

Según el Centro de Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C) es una afección en la que diferentes partes del cuerpo pueden inflamarse, incluidos el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel, los ojos o los órganos gastrointestinales. “Y, efectivamente, este síndrome parece similar a la enfermedad de Kawasaki (una enfermedad rara de origen desconocido que afecta a niños pequeños, en la cual los vasos sanguíneos se inflaman en todo el cuerpo). También puede mostrar características de otras afecciones inflamatorias pediátricas graves, como shock tóxico y síndromes de activación de macrófagos. Se puede producir el fallo de uno o más órganos. El diagnóstico temprano es esencial, seguido de la pronta admisión al hospital para recibir atención especializada”, argumenta Figueras.

Síndrome inflamatorio multisistémico en niños, muy infrecuente

“Un pequeño porcentaje de casos han tenido PCR de coronavirus positiva, tenían el virus, pero en la mayoría de los casos lo que se ha detectado es una serología positiva —implica que puede tener anticuerpos a raíz de una infección por el virus que causa la covid—. Se piensa que la infección viral podría actuar como desencadenante de esta respuesta inflamatoria. No obstante, hay casos que no tienen ni serología ni PCR positivas, por lo que no hay confirmación segura. Lo que sí es cierto es que hay una asociación temporal con el final de la pandemia. Llevamos semanas sin tener casos”, retoma la pediatra.

“Según los hallazgos de laboratorio, se ha planteado la hipótesis de que la afección puede estar relacionada con la covid-19. La caracterización adicional del síndrome es esencial para identificar los factores de riesgo y ayudar a comprender la causalidad. Se ha enfatizado que el posible vínculo de esta rara condición con la enfermedad “no está establecido ni se conoce bien” , reitera también Figueras. “Los casos pediátricos de covid-19 han sido relativamente poco frecuentes, posiblemente porque los niños generalmente parecen mostrar síntomas más leves, si bien los casos con síntomas graves son mucho más raros y ocasionalmente pueden requerir cuidados intensivos. Algunos niños con evidencia de infección por SARS-CoV-2 o exposición a la covid-19 muestran características clínicas que corresponden a los criterios de diagnóstico de la enfermedad de Kawasaki, a veces acompañados de shock”, explica Figueras.

“Hay declarados más de 1400 casos de infección por coronavirus en niños en España. Aunque no tengo una cifra exacta, quizás haya unos 50 casos de este síndrome en nuestro país. Y todos han evolucionado favorablemente”, incide Calvo. “La enfermedad podría ser mortal. Pero no ha sido así en España (y muy infrecuentemente en otros países). Si el diagnóstico se hace pronto y se pone tratamiento adecuado, la evolución es buena”.

Síndrome inflamatorio multisistémico en niños: síntomas

Según mantiene Figueras, los primeros síntomas son a veces dolor abdominal agudo, diarrea o vómitos. También puede incluir conjuntivitis, erupciones cutáneas, cambios en la membrana mucosa, ganglios linfáticos agrandados, manos y pies hinchados, dolor de garganta, tos, desmayos, irritabilidad y confusión. Los síntomas respiratorios no siempre están presentes. La miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) es frecuente. Otros hallazgos pueden incluir pericarditis, valvulitis y anomalías de las arterias coronarias, como dilatación y aneurismas.

Para diagnosticar el síndrome, según explica Calvo, “no hay ninguna prueba específica”. “El diagnóstico se hace por una suma de datos clínicos y analíticos. También se hace una evaluación cardiaca, porque a veces hay afectación de la función cardiaca”. El tratamiento es hospitalario: “Se valora en cada caso. Lo más habitual son corticoides, inmunoglobulinas y algunos fármacos para elevar la tensión si es necesario”, sostiene la experta.

Hay poca información específica disponible sobre la efectividad terapéutica. “Se han utilizado tratamientos antiinflamatorios, incluida la inmunoglobulina intravenosa y corticosteroides. Los casos que requieren esteroides debido a la resistencia a la inmunoglobulina intravenosa pueden ser más comunes que en la enfermedad de Kawasaki. La guía de The Royal College of Paediatrics and Child Health (RCPCH) recomienda que todos los niños afectados deben ser tratados como sospechosos de covid”, subraya Figueras. Efectivamente, una vez se conoce o se concluye que el niño lo padece, “es posible que se necesite oxigenoterapia, y que algunos niños requieran cuidados intensivos pediátricos. Existe información limitada sobre el curso clínico de esta enfermedad potencialmente mortal que ocasionalmente ha resultado fatal”, incide el experto.

“Se desconoce el mecanismo biológico de la enfermedad y tampoco se conocen factores de riesgo”, continúa el investigador. “La condición se considera rara. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) calificó el riesgo para los niños en Europa como “bajo” en general, basado en una probabilidad “muy baja” de que un niño desarrolle esta enfermedad de “alto impacto”. Hasta ahora, los informes han considerado a los niños en varias partes de Europa y Estados Unidos. No está claro si la afección ha pasado desapercibida en otros países”. Según explica el experto, esta es una entidad clínica propuesta recientemente, y también se ha argumentado que los casos que cumplen con los criterios para la enfermedad de Kawasaki o la miocarditis deben diagnosticarse y tratarse como tales.

A pesar de que es muy infrecuente, si los padres perciben los primeros síntomas, lo primero es acudir al pediatra o al servicio de urgencias: “Es importante pensar en este síndrome si hay fiebre elevada y manchas en la piel, con diarrea o dolor abdominal acompañante. Actualmente no estamos viendo casos compatibles”, concluye Calvo.

Síndrome inflamatorio multisistémico en niños en el mundo

En el mundo, “hasta el 12 de mayo, se habían notificado unos 230 casos sospechosos en la Unión Europea, los Estados del Espacio Económico Europeo y el Reino Unido (en los días siguientes, se diagnosticaron aproximadamente 100 casos en el Reino Unido, más de 135 en Francia, 20 en el Países Bajos, 10 en Suiza, y 10 en Alemania). En Estados Unidos, se sospecha de la existencia de más de 200 casos a mediados de mayo, que incluyen unos 145 en Nueva York. A partir del 11 de mayo de 2020, se declararon cinco muertes (1 en Francia, 1 en el Reino Unido, 3 en los Estados Unidos). Hasta el 17 de junio, 13 pacientes con el síndrome habían recibido tratamiento en el Hospital de Niños Morozov (Moscú, Rusia); la mayoría de ellos se curaron y una niña de 2 años falleció”, explica Antonio Figueras, investigador del CSIC, sobre la situación mundial de este síndrome.

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