Cada año, el Día de San Valentín honra a los amantes. Flores, bombones… son muchos los símbolos que hacen eco de esta fiesta popular y Cupido, ese angelito armado con su arco y sus flechas, es su personificación. Pero, ¿realmente conoces la historia de esta divinidad del amor? ¿Quién es Cupido y qué tiene que ver con San Valentín?.
¿Quién es Cupido?
En la mitología romana, Cupido (del latín cupido, «deseo») es el dios del deseo amoroso. Hijo de Venus, diosa del amor y la belleza, y de Marte, dios de la guerra, tiene el mismo origen y la misma historia que el dios griego del amor, Eros.
Cuenta la leyenda del Dios del Amor que cualquiera que sea alcanzado por una de sus flechas se enamora de la primera persona que encuentra. En este sentido, Cupido simboliza el amor a primera vista y su figura ha inspirado a muchos artistas a través del tiempo y la historia.
¿Por qué se relaciona con San Valentín?
Dado que Cupido es el dios del amor y la representación que se tiene de él es la de un querubín alado con flechas de amor, este se ha convertido sin duda el símbolo perfecto para San Valentín.
Sin embargo, no debemos olvidar que el 14 de febrero es el Día de los Enamorados en honor a su patrón San Valentín, quien según la tradición puso en riesgo su vida para unir a parejas en matrimonio durante la persecución de los romanos en los primeros siglos.
Cupido y Eros
A pesar de que Cupido es el símbolo del día de San Valentín, no podemos olvidar tampoco que tiene un homólogo griego, Eros, que se representa como un apuesto joven, a menudo con los ojos vendados para simbolizar la ceguera del amor. Lleva un arco con el que lanza flechas capaces de inspirar deseo en los corazones de los dioses y de los hombres. En cambio en la «versión» de la antigua Roma, Cupido es representado como un niño travieso con alas, vestido con ropa ligera y además armado con un arco y una aljaba llena de flechas. Sin embargo, a menudo pintado junto a su madre, la diosa Venus, las representaciones de la deidad del amor varían. A veces en posesión de una antorcha encendida, un casco, una lanza y un escudo, a veces coronado de rosas, aparece en el aire, en tierra, cerca del fuego y en el mar, pero también conduce tanques.
Psique, el amor de Cupido
Aunque Cupido es el dios del amor por excelencia, su historia también es la de un joven enamorado. Este episodio de la mitología está narrado en «El asno de oro o las metamorfosis» en el siglo II d.C. Según la leyenda, la diosa Venus, celosa de la gran belleza de la princesa Psique, encarga a su hijo Cupido que la enamore de un simple mortal. Sin embargo, al momento de cumplir su misión, es él mismo quien cae bajo el hechizo de la princesa al herirse con una de sus flechas. Ansioso por no revelarle su identidad, Cupido le ofrece a Psique que viva con él y se une a ella todas las noches, después del anochecer. ¿La condición de su felicidad? Que la joven nunca busque descubrir su rostro. Sin embargo, la bella princesa, curiosa e influenciada por sus hermanas, aprovecha el sueño de su amante para iluminar la habitación y descubrir quién se esconde detrás de los rasgos de su amado, traicionando así la confianza que Cupido había depositado en ella.
El dios del amor huye entonces y Psique, desesperada, recurre a Venus para recuperar el amor de Cupido. Solo después de superar múltiples pruebas, la princesa mortal finalmente se reúne con su amado. Ambos llegan al Olimpo y la joven, logrando la inmortalidad gracias al néctar de los dioses, se convierte en su esposa para la eternidad.
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