En la última semana, el nombre de Alejandra de Rojas ha sonado con más fuerza que nunca. Tras la publicación de King’s Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I, se ha cuestionado la paternidad de la joven aristócrata, la cual se adjudica al padre de Felipe VI. Aunque ella misma se ha encargado de desmentir información de tal calibre, continúan los murmullos. Pero, más allá de la Corona, ¿quién es la presunta nueva hija secreta del marido de Sofía?
Beltrán Cavero
Pero este no es el único revés al que ha tenido que hacer frente Alejandra pues, tal y como ha trascendido, habría tomado la decisión de separarse de su marido, Beltrán Cavero. La aristócrata y el sobrino de Esperanza Aguirre se dieron el ‘sí, quiero’ el 1 de diciembre de 2018 y hoy, cinco años después, su historia de amor ha llegado a su fin.
Beltrán es hijo de Francisco Javier Cavero de Carondelet y Christou, duque de Bailén y marqués de Portugalete; además de sobrino de la ex política y sobrino nieto del poeta Jaime Gil de Biedma. Sin embargo, su nombre empezó a sonar con fuerza tras su romance con Laura Ponte y su posterior matrimonio con Alejandra de Rojas. Pero, a pesar de ser miembro de la jet set nacional, siempre se ha mantenido en un segundo plano, trabajando como consejero de Loncito S.L y siendo socio de Fitz Burger.
Eduardo de Rojas, conde de Montarco
Más allá del amor, Alejandra de Rojas tiene una familia perteneciente a la aristocracia con un pasado histórico. El patriarca del clan, Eduardo de Rojas, fue uno de los fundadores de la Falange e íntimo amigo de Primo de Rivera. Además de ser el quinto conde de Montarco, fue parte de la División Azul de la II Guerra Mundial, época en la que entabló una estrecha relación con Ramón Serrano Suñer. Después de estudiar Derecho, Filosofía y Letras, fundó La Gaceta Rural, en apoyo a los agricultores y ganaderos, fue columnista en ABC y fundador de El País.
El primer matrimonio del conde de Montarco llegó en 1931 de la mano de María Pardo-Manuel de Villena y Jiménez. Fruto de su amor nacieron Blanca, Juan Manuel, Carlos, Fernando y Ana María. Su historia de amor atravesaba un mal momento cuando ella, en 1965, falleció. Fue entonces cuando Eduardo de Rojas volvió a pronunciar el ‘sí, quiero’ junto a Charo Palacios, a pesar de las críticas por su diferencia de edad. Un año después, dieron la bienvenida a su primer hijo y, tras una década, nació Alejandra de Rojas. Y, aunque en aquel momento se dijo que el padre de la socialite tenía unos 70 años cuando nació, nunca se especuló con que podría haber sido Juan Carlos I.
Charo Palacios
La condesa viuda de Montarco, que falleció hace siete años, era un rostro conocido de la aristocracia, pues su padre fue Julio Palacios, uno de los fundadores de la Falange. Su nombre destacó por su trabajo como modelo en los años 70, hasta tal punto que se convirtió en la musa de Elio Berhanyer, uno de los diseñadores más aclamados del prêt-à-porter nacional. Además, Charo se convirtió en un personaje de la crónica social y una de las más queridas de la jet set, siendo una de las invitadas a la nboda de Juan Carlos y Sofía. Pero, antes de casarse con el conde de Montarco, Charo tuvo varios amores, como Pepe Gandarias o Enrique Herreros. Gracias a su discreción, su vida personal siempre quedó en un segundo plano, aunque ahora haya salido a a luz que la lista de noviazgos podría estar encabezada por el entonces Rey de España.
La relación de hermandad
Alejandra de Rojas tuvo una relación con sus hermanastros un poco complicada. Pero culminó en 2004, cuando Ana concedió una entrevista a Vanity Fair en la que sentenció a la otra familia de su padre, alegando que el título de condesa de Montarco no pertenecía a Charo Palacios y que, tanto ella como su hija Alejandra, se habían quedado con la herencia de su madre María. Una lucha por herencias y enfrentamientos familiares que se vio reflejada en la boda de Alejandra, a la cual no estuvo invitada.