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Quién fue San Fermín y por qué se celebra el 7 de julio en Pamplona

El 7 de julio es San Fermín, patrón de Pamplona y por ello es un día festivo marcado como ya todo el mundo sabe por los encierros que se alargarán hasta la próxima semana. De hecho la celebración de este santo da pie a que las fiestas de los sanfermines sean las grandes protagonistas estos días no sólo en Pamplona, sino en toda España y también, de alguna manera, en el mundo dado que son muchos los turistas que viajan hasta esta ciudad para ver los encierros de cerca e incluso formar parte del grupo de corredores. Pero ¿sabes quién fue San Fermín y por qué exactamente se celebra el 7 de julio?

Quién fue San Fermín

Todo el mundo conoce al santo y la celebración más famosa de Pamplona, pero ¿Cuál es la historia de las fiestas de San Fermín? ¿Existió realmente un santo con este nombre? La verdad es que cuanto se conoce es bastante confuso, inverosímil y casi de leyenda.

San Fermín nació a finales del siglo III d. C. y era hijo de un funcionario romano en la provincia romana occidental de Hispania, cerca de Pamplona. Al principio de su vida, Fermín se convirtió al cristianismo gracias a San Saturnino, un cura francés de visita por la localidad. Después de este hecho se mudó al área de la actual Toulouse en el sur de Francia para estudiar su religión recién adoptada. Pronto se unió al sacerdocio y ascendió de rango, eventualmente se convirtió en obispo y liberó al pueblo de supersticiones mientras cristianizaba a miles de paganos. Luego regresó a Pamplona.

Aproximadamente en el año 303 d. C., Fermín viajó al área de Amiens en el sur de Francia para continuar evangelizando la nueva fe cristiana a los súbditos romanos locales. Sin embargo, los paganos de Amiens decidieron matar al «obispo» que difundía el evangelio (es decir, causaba problemas). Fermín fue decapitado en Amiens el 25 de septiembre de 303 d.C.

Algunas leyendas sobre San Fermín cuentan que tras su decapitación su cadáver decapitado fue arrastrado por las calles de Amiens por una jauría de toros y que en este acto se originó tanto la tradición taurina como el encierro. Sin embargo, lo más probable es que se trate de una historia malversada y más probable que fuera el mentor de Fermín en Toulouse, San Saturnino, quien en realidad fue martirizado al ser atado a un toro y arrastrado por la ciudad hasta su muerte. Tras su muerte, las reliquias de San Fermín se repartieron por todo el mundo, pues en Pamplona existen tres de ellas.

La leyenda de San Fermín surge en Amiens en plena Edad Media, hacia el siglo IX, y llega a Pamplona en el siglo XII. Ese fue el momento en que los habitantes de la ciudad comienzan a venerar al santo. Sin embargo, los historiadores no encuentran base histórica sobre la existencia real del personaje, pese a que es venerado tanto en Amiens como en Pamplona.

Aun así, la leyenda insiste en que, tras ser encarcelado, martirizado y decapitado, su cuerpo apareció en el año 615 en el Episcopado de San Salvio y se trasladó a la ciudad cercana en cuya catedral se conservan los restos del santo.

El origen de las fiestas de San Fermín

Para encontrar el origen de las fiestas en honor de San Fermín, hemos de remontarnos bastante atrás en el tiempo, que es cuando comienza a realizarse la procesión dedicada al santo.

Según algunos historiadores, esta tradición pudo tener origen en 1187, cuando la primera reliquia del santo llega a Pamplona de manos del obispo Pedro de Artajona.

Otros autores consideran que los primeros documentos gráficos, aunque de dudosa autenticidad, datan de la segunda mitad del siglo XV. Allí ya se observan desfiles de caballicos bailando en procesión.

No obstante, el primer documento que se toma por real data de 1527, cuando la festividad todavía se celebraba el 10 de octubre, el mismo mes en el que se celebraban las ferias que de alguna manera despedían el verano.

Sin embargo en octubre ya solía hacer mal tiempo, de modo que los ciudadanos de Pamplona solicitaron mover las fiestas en 1591. Fue entonces cuando el obispo Bernardo de Rojas y Sandoval decidiera mover la fiesta de San Fermín se moviera a otra feria que se celebraba entre el 19 de junio y al 18 de julio. Y dentro de estas fechas se eligió el 7 de julio como la fecha para celebrar al patrón, San Fermín.

Sin embargo, otras costumbres tardaron más en llegar. Pese a que se cree que los encierros sí que datan de la Edad Media, el txupinazo, por ejemplo, se inició en 1931 de la mano de Juanito Etxepare, quien lanzó el primer cohete para conmemorar el inicio de la fiesta, siendo institucionalizado en 1941. Ahora es lo que marca el arranque de los sanfermines cada 6 de julio, cuando desde el ayuntamiento de la ciudad se enciende el primer petardo bajo los gritos de los pamplonicas que se atan al cuello el famoso pañuelo rojo y cantan a su patrón.


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