Los visigodos fueron una rama de los godos, quienes pertenecían a los pueblos germánicos orientales. Cuando cayó el Imperio Romano, los germanos se dedicaron a conquistar territorios como España, que hasta entonces habían estado en manos de los romanos. Los visigodos hablaban la lengua germánica, aunque en los documentos oficiales hacían uso del latín, y dominaron por completo la Península Ibérica a finales del siglo VII.
Origen y organización
Los visigodos surgieron de grupos godos que invadieron el Imperio Romano a partir del año 376 d.C. En el año 378 d.C derrotaron a los romanos en la batalla de Adrianópolis, y bajo el mando de Alarico I, el primer rey de los visigodos, saquearon roma en el año 410 d.C.
El reino visigodo se dividía en provincias, conocidas por ducados. Cada ducado estaba dirigido por un duque y gobernado por un rey, y sólo la iglesia y los nobles tenían permitido poseer tierra y riqueza. Los campesinos trabajan las tierras a cambio de comida, y debían pagar impuestos a los nobles.
Los visigodos vivían en aldeas, en casas muy rudimentarias. Se dedicaban a la agricultura, la ganadería y el pastoreo. También fabricaban objetos con piedras y metales preciosos.
Visigodos en España
Los visigodos permanecieron en en España durante tres siglos, con tres etapas distintas:
- Entre los años 415 y 507 se asentaron Hispania y Galia, con Toulouse como capital. Cuando los francos derrotaron a los visigodos, se trasladaron a Hispania, donde establecieron numerosas capitales: Sevilla, Toledo, Barcelona y Mérida.
- La segunda etapa tuvo lugar durante el reinado de Leovigildo, quien formó un reino hispano-godo. Renunció a muchas de las tradiciones bárbaras.
- Y, por último, la tercera fase, que estuvo marcada por la constitución política de España. Durante este periodo se mezclaron costumbres germánicas con otras heredadas del catolicismo y el Imperio Romano.
La presencia de los visigodos casi no dejó ningún tipo de herencia lingüística. La razón es que llegaron a la Península Ibérica después de varios siglos conviviendo con el Imperio Romano, de forma que ya habían sufrido la latinización de su lengua. En el léxico sí que se registra la raíz de origen germánico «burg», que se traduce como «ciudad». Además, hay algunas palabras como tregua, guerra o espía que también tienen origen godo.
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