Una canción prohibida que sonó en la radio fue la señal para poner en marcha la Revolución de los Claveles que llevó a cabo un grupo de militares llamados más adelante los Capitanes de abril.
Desde el año 1926, Portugal vivía bajo una de las dictaduras más antiguas de toda Europa y después de cincuenta años, constantes guerras, represión y la mala administración del país, la sublevación era esperada.
Quiénes eran los Capitanes de abril y su importancia en Portugal
En la madrugada del 25 de abril de 1974 comenzó a sonar en la radio Renascença la canción “Gràndola, vila morena” de Xosé Afonso, que el régimen había expresamente prohibido que se difundiera.
Esa era la señal para que todos los militares implicados comenzaran la revolución y se tomaran, como primeras medidas, las instituciones del gobierno.
Los oficiales jefes del Movimiento revolucionario de las Fuerzas Armadas emitieron varios comunicados para que la población permaneciera en sus hogares y también para que la policía no intentara oponerse al despliegue de las tropas.
Pero al amanecer de ese día, miles y miles de civiles portugueses salían de sus casas y tomaban las calles, mezclándose con los militares sublevados. El clamor popular demostraba las ansias de libertad de un pueblo sometido.
Los militares, en el transcurso de la madrugada, salieron de sus cuarteles y ocuparon los aeropuertos internacionales de Lisboa y Oporto, impidiendo los vuelos en todo el espacio aéreo del país.
En esas horas, unidades de la marina de guerra se adhirieron a la revuelta y colaboraron en el control de Madeira y las Azores, puertos estratégicos sobre el océano Atlántico.
Si bien la mayoría de las operaciones militares fueron organizadas por el capitán de infantería Otelo Saraiva de Carvalho, las acciones militares propiamente dichas tuvieron como protagonista a Salgueiro Maia. El capitán, con sus fuerzas de la Escola Prática de Cavalaria, partió de Santarém hacia Lisboa, con una columna de sus tropas.
Llegados a la capital, a los Capitanes de abril se le unieron más soldados y se pudo ocupar el Terreiro do Paço, en las primeras horas del día 25.
Spínola fue el representante del Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) que recibió del presidente del Consejo de Ministros la rendición del gobierno y así asumió sus poderes públicos.
La Revolución de los Claveles se llevó a cabo de forma pacífica por los Capitanes de abril, quienes no tuvieron necesidad de usar sus armas ni disparar una sola bala.
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