No es una novedad que la creatividad y el arte en la historia de la humanidad ha ido ligada a un amparo económico necesario para la existencia de la misma. Eran los mecenas, aristócratas y clases altas de la antigüedad las que pagaron la mayor parte de tesoros culturales que hoy disfrutamos en museos y exhibiciones. Del mismo modo, si uno repasa brevemente la biografía de escritores y figuras literarias del pasado, rápidamente se da cuenta que de que la mayoría de ellos provenían de familias de alta alcurnia. Esto, trasladado al ecosistema de Hollywood se ha traducido al campo de la interpretación, donde más que nunca para estar en la primera línea de los estudios y captar la atención de público, el apellido y la herencia sanguínea marcan un techo de cristal al alcance de sólo unos pocos. Es aquí, donde gracias a una reciente portada del New York Magazine, se ha popularizado un término que concentra y explica este fenómeno: Los Nepo babies.
La traducción al español sería algo así como la abreviatura de “bebés del nepotismo”, es decir los hijos de una élite artística que por lo que parece, dominará la escena interpretativa los próximos años. Una tendencia que choca peligrosamente con la igualdad de oportunidades y concretamente en la meca del cine, con el sueño de americano de que el esfuerzo sumado al talento, cosecha con el tiempo éxitos merecidos. Cosa que no quita que alguno de estos Nepo Babies sean enormemente talentosos. El fenómeno, tan antiguo como la vida misma siempre ha estado ahí, pero los ejemplos más recientes y el estudio de The Guardian sobre la poca presencia de las clases bajas en las profesiones creativas dentro del Reino Unido (un 7,9% de la población) ha puesto en el ojo del huracán a toda una nueva generación millennial y Z a la que nunca le ha gustado eso de que les etiqueten. En el pasado teníamos a Anjelica Huston (La Familia Addams, Dublineses), la hija del célebre director John Huston o a Michael Douglas, hijo del venerado actor Kirk Douglas, pero una buena parte de las figuras del paseo de la fama surgieron de la clase trabajadora como Michael Caine o Gary Oldman.
¿Quiénes son los actuales ‘Nepo Babies’?
En el nuevo cine estos Nepo babies están representados por figuras de la talla de Dakota Johnson, hija de Melanie Griffith y Don Johnson o Maya Hawke, la heredera de sus talentosos padres; Uma Thurman y Ethan Hawke. En el terreno masculino, Timothée Chalamet es hijo de Marc Chalamet, editor de UNICEF y corresponsal neoyorquino de Le Parisien. Esto no queda ahí, porque el actor de Call me by your name es sobrino de los cineastas y productores Rodman Flender y Amy Lippman y su abuelo, fue el guionista Harold Flender. Por otra parte Tom Holland es hijo de la fotógrafa Nicola Frost y del comediante y guionista británico Dominic Holland.
Así podríamos estar enumerando una larga lista que incluiría nombres como Lili-Rose Depp, Margaret Qualley o Jaden y Willow Smith. No obstante, lo realmente dramático de esta tendencia elitista es que a pesar de que estos jóvenes sean la diana de la desigualdad, tampoco tienen la culpa de aprovechar sus oportunidades, teniendo en cuenta sobre todo que la mayoría de ellos han resultado ser grandes actores y actrices. ¿Es la calificación de Nepo Babies una crítica justa o la frustración del eterno debate entre clases y privilegios? El tiempo, el trabajo y la repercusión pondrán a cada uno en su lugar.
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