¿Quiere un visado para EE UU? Deme su cuenta de Facebook y Twitter



Quienes soliciten un visado a Estados Unidos, independientemente del motivo del viaje y la duración, ahora deben informar sobre qué redes sociales han utilizado durante los últimos cinco años. La nueva política, que entrará en vigor este viernes, forma parte de una orden ejecutiva emitida por el presidente Donald Trump titulada “Proteger a la nación de la entrada de terroristas extranjeros en EE UU”. Desde el comienzo de su Administración, el republicano ha querido poner en práctica un “escrutinio extremo” a quienes buscan ingresar a territorio estadounidense. Las asociaciones proderechos civiles acusan que la normativa atenta contra la libertad de expresión y de asociación, ya que los usuarios pueden inhibirse al publicar contenido en sus perfiles por miedo a no obtener el visado.

“Ya pedíamos cierta información de contacto, historial de viaje, información de miembros de la familia y direcciones anteriores a todos los solicitantes de visados. La recopilación de esta información adicional [de redes sociales] fortalecerá nuestro proceso para examinar a los solicitantes y confirmar su identidad”, publicó el pasado sábado el Departamento de Estado en su sitio web. “Trabajamos constantemente para encontrar mecanismos que mejoren nuestros procesos de selección para proteger a los ciudadanos estadounidenses, mientras apoyamos los viajes legítimos a Estados Unidos”, rezaba el comunicado.
Los formularios que deben rellenar los solicitantes cuentan con un listado de una veintena de redes sociales que incluye YouTube, Facebook y Twitter. En el caso de que el extranjero tenga un perfil en una plataforma que no figura en el enumerado, hay una casilla en blanco para que voluntariamente informe de ella. El Departamento de Estado estimó que las nuevas reglas del juego afectarán a 710.000 solicitantes de visado de inmigrante y 14 millones de solicitantes de visado no inmigrante. Los diplomáticos son los únicos que están exentos de compartir sus perfiles.
Durante la Administración de Barack Obama, el Departamento de Estado comenzó a pedir a los solicitantes de visados que enviaran voluntariamente su información de los perfiles que tenían en las redes sociales. La política llegó después del tiroteo efectuado en 2015 por los yihadistas Syed Farook y su esposa, Tashfeen Malik, que dejó 14 muertos en San Bernardino, California. Malik, la mujer pakistaní, había apoyado al Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) en las redes sociales antes de cometer la masacre y la Administración Obama recibió fuertes críticas por no haber detectado su historial radical. El entonces secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, reconoció que las políticas que habían implementado hasta ese momento “eran demasiado restrictivas”.
“La seguridad nacional es nuestra principal prioridad a la hora de adjudicar solicitudes de visa, y cada posible viajero e inmigrante que quiere entrar a Estados Unidos se somete a una exhaustiva evaluación de seguridad”, ha defendido el Departamento de Estado de Trump. Pero la organización de derechos civiles ACLU no está de acuerdo en la implementación de la nueva medida que augura tendrá un efecto “escalofriante” en la libertad de expresión y asociación. “La gente ahora tendrá que preguntarse si lo que dicen en línea será malinterpretado o mal entendido por un funcionario del gobierno [estadounidense]”, advirtió Hina Shamsi, directora del Proyecto de Seguridad Nacional de ACLU, en una declaración recogida por Reuters.


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