El “president” catalán comparecerá este lunes ante el Tribunal Superior acusado de un delito de desobediencia por negarse a retirar de edificios públicos las insignias de apoyo a los políticos independentistas.
El “president” catalán, Quim Torra, comparece este lunes ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para enfrentar un juicio por el delito de desobediencia por haberse negado a retirar de edificios públicos las insignias de apoyo a los políticos independentistas encarcelados.
Torra argumentó que no debería ser juzgado por defender los derechos de la ciudadanía y que acusará al Estado de vulnerar sus libertades.
“Yo no voy a defenderme de nada, cumplí mi deber como presidente de los catalanes, que es defender los derechos y libertades de mis compatriotas”, aseguró el presidente de la Generalitat en declaraciones a la prensa pocas horas antes de su cita con el TSJC.
Demà no vaig a defensar-me de res perquè vaig complir el meu deure com a President: defensar els drets i les llibertats. Demà vaig a acusar l’estat de vulnerar els meus drets i els de tots els ciutadans. Moltes gràcies a tothom que m’ha fet arribar el seu suport. Abraçades pic.twitter.com/FmBvMx3BdM
— Quim Torra i Pla (@QuimTorraiPla) November 17, 2019
El juicio contra el “president” se desarrollará en una única sesión de mañana y tarde y quedará visto para sentencia este mismo lunes. El fiscal solicita para él 20 meses de inhabilitación para ejercer cargos públicos por un delito de desobediencia y multa de 30.000 euros.
En una primera fase del juicio que correspondió al interrogatorio del acusado, Torra se negó a contestar a las preguntas de la acusación particular, formulada por la formación de ultraderecha Vox, y del ministerio fiscal.
De acuerdo con El País, es muy probable que una vez que el TSCJ dicte sentencia, Quim Torra deje de ser ‘president’ de la Generalitat, por lo que el Parlament tendrá que elegir a un sucesor.
Inhabilitado Torra en sentencia firme, la cámara se disolvería a los dos meses de la primera votación de investidura. En ese escenario, el vicepresidente Pere Aragonès, de Esquerra Republicana, asumiría el cargo en funciones y se celebrarían nuevas elecciones entre 40 y 60 días después de la convocatoria.