MADRID – Tras una derrota humillante por 7-3 ante el Atlético de Madrid en un amistoso de pretemporada en Estados Unidos, Zinedine Zidane insistió en que el Real Madrid mejoraría una vez que comenzaran las competiciones relevantes.
Tenía razón.
Casi un año después de aquel tropiezo, Zidane y el Madrid están celebrando el título de La Liga española — primero de los merengues desde que el astro francés retomó la dirección técnica y desde que Cristiano Ronaldo emigró para incorporarse a la Juventus.
“Seguramente cambió algo. No podemos estar contentos de lo que pasó allí. Cuando pierdes y te meten siete goles, eso queda, pase lo que pase después”, dijo Zidane. “Luego, el día a día es lo más importante, levantarse, y es lo que hicimos. Estamos contentos con lo que estamos haciendo. Pero el día de esta derrota estaba muy molesto, como todos los jugadores”.
El conjunto blanco aseguró su 34to cetro de liga, un récord, al imponerse el jueves 2-1 sobre el Villarreal en el Estadio Alfredo di Stéfano. La victoria dejó al Madrid con una delantera de siete puntos respecto del Barcelona, que no puede ya alcanzarlo en la última fecha, tras caer por 2-1 frente al Osasuna en el Camp Nou.
Aquella derrota bochornosa ante el Atleti llegó unos meses después de que se pidió a Zidane volver como entrenador, para mejorar el desempeño del club, sumido dentro de una de sus peores crisis en años. Había quedado fuera a las primeras de cambio en la fase de eliminación directa de la Liga de Campeones, y no tenía aspiración mayor en La Liga.
El tenista es el cuarto en caer enfermo con el coronavirus.
El estratega francés había renunciado menos de un año antes, una vez que había conducido al Madrid a su tercera coronación consecutiva en la Champions. Ahora, considera que ganar La Liga de este año le ha provocado una mejor sensación que los cetros continentales.
“La Champions es la Champions”, dijo, pero recalcó que para ganar La Liga hace falta un esfuerzo de 38 fechas.
Es el undécimo trofeo conquistado por Zidane con el Madrid desde que asumió como su entrenador por primera ocasión, en 2016.
El único título previo de liga obtenido bajo las órdenes del galo se remontaba a 2017. Cristiano se marchó al concluir la campaña siguiente y, desde entonces, los únicos cetros para el conjunto merengue eran el Mundial de Clubes de 2018 y la Supercopa de España en el presente año.
Con su capacidad para manejar los egos de los jugadores y para mantener contento a un plantel repleto de estrellas, Zidane revirtió pronto la mala situación y devolvió al Madrid al nivel de desempeño que le había caracterizado antes de que él se marchara.
Aprovechó la larga e imprevista inactividad por la pandemia para guiar al Madrid a 10 triunfos consecutivos, la mejor racha del club en toda la temporada.
Y el jueves, los jugadores lo lanzaron por los aires durante la celebración del título.
“Es clave, es el patrón del barco y el que tiene que dar un paso al frente y marcar la diferencia de cara al resto”, resaltó el capitán Sergio Ramos. “Siempre ha sido una persona que ha depositado la confianza en el jugador y nos sentimos muy arropados con el, creemos en él y en su trabajo. Todo lo que toca es mano de santo, así que dure mucho y se valore realmente la gran persona que es porque es un entrenador único”.