Por su profundo compromiso y vocación en la defensa de los derechos humanos, trabajo que han sostenido a lo largo del tiempo como una forma de vida, David Peña Rodríguez y Amalia Salas Casales recibieron el Reconocimiento Ponciano Arriaga Leija 2021.
Las personas defensoras de derechos humanos fomentan valores y prácticas democráticas, promueven el buen gobierno, la cultura de legalidad, y colocan, por encima de todos, el respeto a la dignidad humana, destacó en la ceremonia de entrega la Ombudsperson capitalina, Nashieli Ramírez Hernández, este viernes.
“Nos reconocen como personas, nuestros usos y costumbres, porque respetamos a la naturaleza y a la madre Tierra”, expresó Salas Casales, premiada en la categoría “Trayectoria”.
Peña Rodríguez, quien fue galardonado en la categoría “Lucha y Defensa de los Derechos Humanos”, dijo que la vida le ha permitido acompañar diversas causas durante 20 años, por lo que refrendó su compromiso por seguir en las luchas por defender la dignidad de las personas.
Su trabajo ha partido desde la raíz para incidir en la forma de hacer gobierno y eso tiene que reconocerse, celebrarse y aplaudirse como un modelo de defensa necesario para articular comunidad, recuperar propuestas con arraigo popular e implementar soluciones con legitimación desde ese espacio que puedan ser acompañadas por autoridades, señaló Ramírez Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM)
“Su defensa no puede ser ajena a la territorialidad, proximidad y consolidación de mecanismos de mediación y procesos de justicia restaurativa, centrados en las víctimas, y en los impactos que esos procesos tienen en la comunidad”, agregó Ramírez Hernández.
El reconocimiento visibiliza su compromiso y labor de las personas defensoras, que innovan, acompañan, transforman y defienden la dignidad humana, señaló.
En la ceremonia, también recibieron mención honorífica María de los Ángeles Fuentes Vera, Patricia Rebolledo y Claudia Espinoza Pioquinto.
María de los Ángeles Fuentes Vera recibió esta distinción simbólicamente porque, dijo, es para las y los defensores de la zona sur de los Pedregales del Ajusco, quienes luchan desde hace 40 años por los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA), el agua, la tenencia de la tierra, derechos civiles y políticos, así como de personas mayores.
Patricia Rebolledo, fundadora de la REDAM, Alianza de Organizaciones para Adultos Mayores, reconoció que falta mucho por hacer para garantizar los derechos de este grupo de población, pero siguen en la lucha y levantando la voz por todas ellas.
Mientras que Claudia Espinoza Pioquinto, presidenta y fundadora de 16 Redes de Promotores de Derechos Humanos, señaló que el deber de las personas defensoras es orientar y acompañar a las víctimas.
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