Ahora la Secretaría de Salud recomienda 7 días de aislamiento, en lugar de 14, para personas que registren síntomas de Covid-19 pero que no tengan una prueba confirmatoria.
La actualización se incluye en la nueva versión “del Lineamiento estandarizado para la vigilancia epidemiológica y por laboratorio de la enfermedad respiratoria viral”, de la dependencia.
El documento reúne los conocimientos que se tienen sobre la enfermedad, desde su origen en Wuhan, y enumera los protocolos de vigilancia epidemiológica, establece los procedimientos para la toma, manejo, envío y procesamiento de las muestras y detalla el monitoreo, alertamiento y difusión con respecto al comportamiento epidemiológico.
La medida que se cambia corresponde a los casos sospechosos que no requieran hospitalización, los cuales se deberán manejar en aislamiento domiciliario de 7 días (con 48 horas sin síntomas) y dar seguimiento a través de monitoreo diario durante 7 días. “Si el caso se confirma o no se cuenta con posibilidad de resultado, es necesario indicar el aislamiento del paciente por 7 días, a partir del inicio de síntomas”.
En todo caso, se considerará como paciente recuperado a aquel caso confirmado o sospechoso, en el cual hayan transcurrido 14 días a partir del inicio de síntomas y que no hubiera fallecido o se encuentre aún hospitalizado, dice el documento.
Exceso de mortalidad
La Secretaría de Salud reportó que de enero de 2020 a diciembre de 2021 se registraron 655 mil muertes en exceso por todas las causas, lo que representa un 46% más de los fallecimientos esperados en un periodo sin pandemia.
El exceso de mortalidad es el mejor indicador para conocer el verdadero impacto de la pandemia por Covid-19, pues nos dice cuántas personas murieron de más, tomando en cuenta las estimaciones poblacionales.
El primer pico de mortalidad se registró en la semana 28 de 2020, con un exceso de mortalidad de 102%; el segundo pico en la semana 3 de 2011, con una mortalidad en exceso de 182%, y uno más en la semana 34 de 2021, con un exceso de 108%.
Sin embargo, se puede apreciar que en la parte final de 2021 el exceso de mortalidad se encontraba muy cerca de 0% (o incluso en valores negativos), lo que significa que por ese periodo México regresó a los niveles normales de fallecimientos.
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