El ministro en retiro José Ramón Cossío dijo que le resulta desconcertante que el oficialismo presentara una iniciativa para prohibir cualquier medio de impugnación contra reformas constitucionales, especialmente cuando previamente se había asegurado que no era factible declarar inválidas dichas reformas, ni siquiera por vicios de procedimiento.
Cossío afirmó en Aristegui En Vivo que la reforma constitucional presentada por Morena que pretende la modificación al artículo 105 para que sean “improcedentes las controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto controvertir las adiciones o reformas a esta Constitución, incluyendo su proceso deliberativo, legislativo y correlativa votación, así como aquellas que busquen controvertir las resoluciones o declaraciones de las autoridades competentes en materia electoral”, implicaría paralelamente un reconocimiento implícito de la legitimidad de las actuales sobre la procedencia de amparos y suspensiones.
Cossío consideró que este movimiento por parte de la bancada de Morena busca prohibir expresamente las impugnaciones, lo que dejaba en evidencia la inseguridad del oficialismo sobre la validez de las reformas.
Según el ministro, la propuesta “prohibía de manera expresa” que se pudieran declarar inválidas dichas reformas, lo que dejaba a los jueces y juezas que han otorgado suspensiones en casos recientes en una situación de mayor tranquilidad.
Sobre el control de convencionalidad, explicó que, de haberse aprobado la reforma que pretendía eliminar este mecanismo, se hubiera generado un grave conflicto con los principios internacionales a los que México está sujeto. Según Cossío, esta medida hubiera impedido que los jueces pudieran confrontar las reformas constitucionales con los tratados internacionales en materia de derechos humanos, vulnerando así las obligaciones internacionales del país.
Esto hubiera cerrado la posibilidad de discusión judicial sobre cualquier elemento que pudiera contravenir los tratados internacionales.
A pesar de que se anunció la retirada de la propuesta para eliminar el control de convencionalidad, Cossío advirtió que el aspecto relacionado con las controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad debe ser una preocupación.
Afirmó que con las modificaciones al artículo 105, “los procedimientos iniciados para impugnar la reforma judicial constitucional van a quedar sin materia”, lo que implica que cualquier acción en curso que busque cuestionar las reformas quedaría desechada.
Cossío señaló que la iniciativa representaba “una escalada más” por parte del oficialismo para bloquear cualquier posibilidad de debate judicial o político sobre las reformas y escribió la estrategia de Morena y aliados como un “atrincheramiento”, aludiendo a la forma en que el gobierno estaba utilizando su mayoría legislativa para cerrar cualquier espacio de disidencia o discusión sobre las reformas constitucionales.
Explicó que el objetivo principal parecía ser “sellar toda posibilidad de discusión en sede judicial”.
“El oficialismo está atrincherándose, no permiten un solo espacio de disidencia”, afirmó.
José Ramón Cossío afirmó que este tipo de maniobras no se alineaban con el discurso oficial que sostenía que México respetaba el Estado de Derecho y la independencia judicial.
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