Reducir, reciclar y reutilizar, la famosa regla de las 3 erres que a mucha gente le cuesta mucho asimilar y respetar. Sin embargo, como sociedad, hemos de tenerla siempre en cuenta, ya que vivimos en un planeta con recursos finitos.
Además, hay que tener en cuenta que, hoy día, un ciudadano medio genera, aproximadamente, un promedio de un kilo de basura al día. Quiere decir que un país al completo es capaz de generar millones de kilos cada año, así que, si no hacemos algo, ya estamos viendo las graves consecuencias que, por ejemplo, los plásticos, están teniendo en todo el mundo.
Además, los hogares también producen residuos que deben ser reciclados y reutilizados. Es el caso de las pinturas, los insecticidas, los productos de limpieza, los disolventes… Todo ello crea un problema serio, pues los vertederos están limitados, ciertos productos son difícilmente reducibles y la contaminación atmosférica provocada por la quema de escorias y cenizas también es grave para nuestro medio.
La regla de las 3 erres
Por fortuna, todavía hay solución si lo tomamos en serio y lo hacemos bien. La regla de las tres erres es muy sencilla y, si todos ponemos un poquito de nuestra parte, no cuesta ningún trabajo llevarla a cabo para disfrutar de un medio ambiente más limpio y sano. ¡Seamos ecológicos!
La primera erre pertenece al verbo reducir. Es decir, simplificar aquello que consumimos. Por ejemplo, adquiriendo una botella grande de cualquier bebida o refresco en lugar de media docena de botes pequeños. Así reducimos el número de envases que usamos y hay menos por reciclar.
Ahora, vamos con la segunda erre, que pertenece al verbo reutilizar. En este caso, nos referimos a aprovechar las cosas una vez las hemos usado. Por ejemplo, una botella grande, una vez se ha consumido su contenido, se puede volver a disponer en casa para rellenar de agua. Así sucede con botes de cristal, frascos, cajas, maderas, sillas, estanterías, mesas, ropa, muebles… Prácticamente todo cuanto hay por tu hogar es reutilizable con ganas y un poco de imaginación.
La tercera erre es la de reciclar. Por más que reutilicemos, siempre hay un límite, es decir, ha llegado el momento de darle una tercera vida, pero nosotros ya no podemos. Así pues, materiales como los bricks o los plásticos, que no son biodegradables, pueden dar lugar a nuevos materiales, por lo que el ciclo se mantiene y no genera tanta basura y desperdicio.
Prácticamente todo puede ser reusado y reciclado. Desde el papel hasta el plástico. En nuestras manos está disfrutar de un planeta más limpio y sostenible.
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