Relatores de la ONU pidieron información sobre los avances en las investigaciones de los asesinatos de los jesuitas Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales en Cerocahui, Chihuahua, al tiempo que expresaron preocupación por los homicidios.
En el texto, fechado el 22 de julio pero que fue dada a conocer este jueves por la Compañía de Jesús, los expertos solicitaron que el gobierno mexicano informe sobre el estado actual de las investigaciones para dar con los responsables. Asimismo, cuestionaron a las autoridades sobre si las indagatorias han cumplido con los estándares internacionales.
Además, pidieron conocer qué medidas han sido adoptadas para mantener informados a los familiares de los sacerdotes, que fueron el pasado 20 de julio dentro de la iglesia en la comunidad indígena.
Por último, expresaron preocupación por los hechos y advirtieron que los crímenes pudieron haber estado relacionados con la labor en defensa de los derechos humanos de los jesuitas.
Al compartir la misiva, la Compañía de Jesús denunció que, a pesar del pronunciamiento y solicitud de las Naciones Unidas, “el Estado sigue sin dar avances sustantivos en materia de justicia y seguridad para la Sierra Tarahumara”.
El pasado 20 de junio, los sacerdotes Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales fueron asesinados a tiros por hombres armados, junto con el guía de turistas Pedro Palma y el deportista Paul Osvaldo Berrelleza, en Cerocahui.
Entonces, la Compañía de Jesus recalcó que estos hechos no son aislados y acusó que la Sierra Tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas.
Tras los hechos, diversas autoridades religiosas exigieron al gobierno acciones prontas para hacer frente a la violencia e inseguridad que viven las comunidades de México, así como que se revise la estrategia de seguridad.
Asimismo, organizaciones han señalado que la zona enfrenta condiciones de violencia por parte de grupos armados, aunado a una pobreza extrema y marginación histórica.
El pasado 13 de julio, la Fiscalía de Chihuahua informó que detuvo a José Pablo “M”, alias “El Barbas”, y a Alfredo Evaristo “A”, alias “El Chispa”, presuntos cómplices de José Noriel Portillo “El Chueco”, a quien las autoridades atribuyen el asesinato de los sacerdotes jesuitas.
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