Autoridades de Deer Park, Texas, alertaron sobre un incidente con fuga de químicos en la planta que opera Petróleos Mexicanos en esa ciudad estadounidense.
En un primer momento, el sherif de la ciudad, Ed González, confirmó una persona muerta y “varias más” heridas. Posteriormente se amplió el saldo a dos personas fallecidas y 35 atendidas con alguna afectación a su salud.
Equipos de emergencia acudieron a la planta operada por Pemex, con la prioridad de contener la escena del accidente y para atender a los afectados.
La ciudad emitió un anuncio de Alerta Roja para llamar a los vecinos de la planta a no salir de sus casas, cerrar las ventanas, apagar el aire acondicionado y esperar la actuación de los cuerpos de emergencia.
La autopista SH 225 fue cerrada en sus dos direcciones para permitir la entrada de los cuerpos de emergencia.
Imágenes de helicóptero de la ABC muestran a primeros respondientes atendiendo personas en un estacionamiento.
Medios reportaron la “liberación” de sulfuro de hidrógeno en las instalaciones.
La planta fue comprada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en 600 millones de dólares. Posteriormente, Pemex reconoció que la instalación venía con una deuda de 980 millones de dólares.
Pemex informó que “Se tiene conocimiento de cinco trabajadores afectados que están siendo atendidos, y por confirmar, el fallecimiento de dos personas más”.
La empresa del gobierno mexicano sostuvo que se aplicaron los protocolos de emergencia y se hicieron las notificaciones a las autoridades locales.
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