Desde hace varios meses, en la sierra de Huajicori, en Nayarit, se ha reportado una serie de desplazamientos forzados masivos de personas, principalmente del pueblo o’dam, a partir de la violencia generada por la disputa del territorio entre los carteles de Jalisco y de Sinaloa.
En los últimos días, 57 familias desplazadas llegaron a la cabecera municipal en busca de seguridad, y se sumaron a otras que permanecen en el lugar desde julio pasado.
Elisa Aragón, activista local, señaló para Aristegui Noticias que las familias desplazadas provienen de las comunidades, Santa María de Picachos y El Riíto, y que algunas llegaron a pie desde sus comunidades.
“Han estado dejando sus hogares, sus animalitos, sus mascotas, sus siembras, todo por buscar un lugar seguro donde estar en lo que se soluciona el tema de inseguridad que se vive en las zonas serranas”.
A mediados de septiembre, se reportó el hallazgo de 11 cuerpos sin vida en un campamento de presuntos delincuentes, en la zona conocida como Las Antenas; y en redes sociales circularon videos en los que presuntos criminales referían el reclutamiento de personas entre la población.
La Sedena ha dado a conocer algunos decomisos de armas y equipo táctico en la zona, pero la violencia armada continua en contra de la población.
Eliza Aragón forma parte del grupo de ciudadanía que se organizó desde que las primeras personas llegaron a la cabecera y además de ofrecerles alimento, también les ayudan a conseguir espacios donde refugiarse.
Hasta el momento, igual que los desplazados de los meses anteriores, los pasillos de la presidencia y la plaza municipal se convirtieron en la zona de hospedaje improvisado.
“Están muchos, todavía no tienen un espacio donde pasar la noche. Algunos están improvisando, o con sus familiares, con sus conocidos, con sus amigos”, apuntó Aragón.
A partir de esto, la activista señaló que de nueva cuenta están solicitando apoyo de la ciudadanía y de los gobiernos para atender la situación.
Dijo que las personas desplazadas buscaron ser atendidas este miércoles por el alcalde, Sergio Rangel Cervantes, sin recibir respuesta.
“Por la mañana, todavía el mediodía, las familias se reunieron en la plaza, igual que desde ayer, buscando la forma de llegar a un diálogo con el gobierno municipal para solicitarles apoyo, asilo, en lo que se resuelve la problemática de sus comunidades.”
Elisa Aragón dijo que algunas familias encontraron un lugar donde dormir, ya sea porque sus familias les dieron espacio o porque personas prestan sus casas, y otras todavía buscan un refugio.
“De momento todavía hay algunas ahí, ya en su mayoría han buscado un espacio donde dormir. La comunidad de Huajicori ha mostrado solidaridad, dando cobijo a las familias que han dejado sus hogares”.
Algunas han tenido que improvisar refugios para no regresar a la comunidad donde les amenazan.
El mes pasado se deshabilitó el comedor comunitario cuando personas desplazadas lograron instalarse en la cabecera municipal y otras empezaron a migrar hacia Tepic, la capital del Estado, a San Blas y otros municipios en busca de empleo.
“En Huajicori cabecera no hay fuentes de empleo, muchos de los desplazados han migrado a otros lugares en busca de trabajo, principalmente a la costa y al estado vecino de Sinaloa, donde se dedican a la producción de mango. La economía está bastante crítica para las familias”.
Las personas desplazadas forzadamente, en sus comunidades tenían siembras y animales para el consumo personal, por eso irse le representa gastos que no pueden generar.
“En sus casas tenían maíz, calabazas, gallinas todo lo que consumían y ahora, la vida se les ha hecho cara porque no tienen empleo y no pueden conseguir los alimentos”, dijo Eliza Aragón.
La ayuda que llevan a cabo activistas, apoyados por el párroco Miguel Escoto y feligreses de la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, actualmente es con la dotación de despensas, pero iniciaron con alimentos calientes preparados en el lugar y ante la nueva condición, retomarán la cocina.
Las familias incluyen personas menores de edad y personas adultas mayores; se calcula, según datos del INEGI, que en Santa María de Picachos habitaban 281 personas y en la de El Riíto, 339 habitantes, pero “prácticamente las comunidades quedaron solas, están deshabitadas”, dijo Eliza.
“Estamos esperando que haya una respuesta buena del gobierno. Pero mientras eso sucede, estamos tratando de apoyar en lo que podemos”.
Finalmente, dijo que lo que solicita como apoyo, son alimentos no perecederos, atún, sardinas, café, galletas, cereal, leche, así como artículos y productos de higiene personal, cepillos dentales, pastas dentales, desodorantes, toallitas femeninas, colchonetas y cobijas.
Esta reportera solicitó entrevista con el alcalde de Huajicori, Sergio Rangel, para conocer la situación y la perspectiva oficial, pero no hubo respuesta.
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