La Policía aseguró que los detenidos del sábado eran 107. Sin embargo, la Unidad Nacional Azul y Blanco aseguró que los ciudadanos arrestados fueron unos 164.
La Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) condenaron los ataques realizados el sábado en Nicaragua contra manifestantes.
Además, intergrantes del equipo negociador de la Alianza Civica por la Justicia y la Democracia (ACJD) indicaron que la represión policial en contra de los manifestantes pone en “alto riesgo” la continuidad de las negociaciones con el gobierno.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, pidió la liberación de todas las personas que fueron detenidas en las manifestaciones. “No se puede avanzar hacia una negociación creíble si al momento de sentarse a la mesa se reprimen protestas legítimas”.
En su cuenta oficial de Twitter refirió que “el derecho a la libre manifestación es esencial para la vigencia de las libertades fundamentales y la democracia”.
Por su parte, la CIDH condenó también la represión de la Policía Nacional en varios puntos de Nicaragua. “El Estado debe cesar ataque a periodistas y manifestantes que se expresaban pacíficamente por la liberación de presos políticos, y debe dar información sobre detenidos y heridos”.
“La CIDH toma conocimiento de un dispositivo policial y de civiles desplegados en Managua antes de la marcha para exigir la libertad de los presos políticos en Nicaragua. El Estado debe resguardar la seguridad de los manifestantes y respetar el derecho a la protesta”, señaló también en Twitter.
“La CIDH urge al Estado de Nicaragua, ante el llamado de la oposición para marchar este sábado, a respetar el derecho a la protesta social consagrado en el artículo 54 de la Constitución nicaragüense, que reconoce el derecho de concentración y manifestación pública”, señaló.
La Policía de Nicaragua arremetió este sábado contra opositores y periodistas con el fin de frustrar la marcha por la liberación de los presos políticos del régimen del mandatario Daniel Ortega.
En un comunicado oficial, la Policía aseguró que los detenidos de este sábado eran 107 y que “se vio en la obligación” de realizar las capturas “en resguardo de la seguridad y los derechos de la ciudadanía”. Sin embargo, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) aseguró que los ciudadanos arrestados fueron unos 164.
De acuerdo con reportes de prensa, más de 100 opositores fueron liberados tras ser detenidos por la policía, entre ellos, figuran dos delegados de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) en el diálogo abierto a fines de febrero con el gobierno para buscar una salida a la crisis que vive el país.
La manifestación fue convocada por la UNAB, que aglutina a 43 organizaciones civiles, para exigir la liberación de todos los manifestantes presos.
La convocatoria fue emitida luego que el viernes pasado fueron liberados solo 50 presos políticos, a pesar de que el gobierno se comprometió a excarcelar un “núcleo apreciable” de manifestantes, factor que permitió la reanudación del diálogo con la opositora Alianza Cívica.
La Alianza Cívica manifestó su insatisfacción por la excarcelación de solo 50 manifestantes, de una lista de 677, lo que volvió a dejar en suspenso el diálogo con el gobierno para buscar una salida negociada a la crisis política iniciada en abril pasado.
El 18 de abril del año pasado inició la crisis nicaragüense con la represión de las manifestaciones antigubernamentales por la policía y fuerzas de choque afines al gobierno, que han dejado al menos 325 muertos, dos mil heridos, cientos de detenidos y más de 52 mil exiliados, de acuerdo con cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Por su parte, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) en una carta publicada en la red social Twitter dijo que “constato la agresión y detención arbitraria de ciudadanos que pese a la represión, asedio y prohibición oficialista, se manifestaron en contra del gobierno de Daniel Ortega”.
Consideró que “con estas arbitrarias acciones el gobierno de Ortega está poniendo la última piedra sobre el diálogo nacional, al demostrar una vez más que la persecución y la barbarie son su respuesta a todo tipo de crítica o manifestación cívica”.
El Cenidh exigió al gobierno “la liberación inmediata de todos los ciudadanos apresados de manera ilegal y arbitraria y se une al llamado a la libertad inmediata de todas las presas políticas y presos políticos en Nicaragua”.
De acuerdo con “El nuevo Diario”, Carlos Tünnermann, del equipo negociador de Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) dijo que “con la represión que ha hecho Ortega y su forma brutal desproporcionada con que ha actuado la policía, se ha puesto en alto riesgo la continuidad del equipo negociador que el mismo Ortega convocó”.
Enfatizó que el gobierno sería el responsable de que el diálogo no progrese, por mantener la decisión de reprimir a los manifestantes antigubernamentales.
Jorge Pallais, también del equipo negociador de ACJD dijo que “el impase definitivamente se ha agravado, no hemos visto un cambio de actitud del gobierno. Debemos lograr en la mesa resultados positivos, debemos exigir, mantener presión, pero el gobierno debe cambiar de actitud, que admita que un estado policial no se puede sostener y no se puede contener la conciencia de la gente”. (Ntmx)