Resumen
- Un reparto repleto de estrellas brilla en esta película visionaria.
- El caos invade los sentidos en el deleite trascendental de Francis Ford Coppola.
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Megalópolis
Es una manifestación compleja del sueño de Coppola para la humanidad.
Durante más de 40 años, el aclamado director Francis Ford Coppola ha intentado hacer despegar su antiguo proyecto. Después de innumerables retrasos, Megalópolis se estrenó en el Festival de Cine de Cannes de 2024. La película es un sueño febril experimental sobre una fe moribunda en la humanidad y la fascinación por construir un mañana utópico. Cuando los poderes fácticos se interponen en nuestro camino, ¿cómo cumplimos nuestro propósito de crear un legado y un mundo mejor para las generaciones futuras? Megalópolis no es sólo un deleite trascendental para los sentidos, es una manifestación de los sueños de Coppola para la humanidad y su dedicación al cine.
Megalópolis, dirigida por Francis Ford Coppola, es una película visionaria de 2024 que explora el ambicioso sueño de reconstruir la ciudad de Nueva York en una utopía, tras un desastre devastador. La narrativa profundiza en el choque entre la visión utópica del arquitecto y la agitación política y personal que sigue. Con un reparto repleto de estrellas, la película examina temas de ambición, poder y resistencia del espíritu humano en el contexto de una metrópolis futurista.
- El elenco repleto de estrellas se inclina hacia sus papeles con estilo y convicción.
- La dirección de Coppola invita a un caos que pulula en los sentidos
- El mensaje supremo de esperanza en la humanidad fundamenta la película en la realidad.
- La película a menudo se vuelve demasiado entusiasta en su teatralidad.
Adam Driver interpreta a César Catalina, un arquitecto con la visión de transformar una ciudad en decadencia en una utopía sostenible. Con su poder para controlar el tiempo, su plan de reconstrucción traza un nuevo futuro idealista. El corrupto alcalde Franklyn Cicero (Giancarlo Esposito), que desea mantener la situación actual, se interpone en su camino. Incluso el malintencionado primo de Catalina, Clodio Pulcher (Shia LaBeouf), busca arrebatarle el poder a su padre, Hamilton Crassus III (Jon Voight), para apoderarse de la ciudad. Con la ayuda de la hija del alcalde, Julia (Nathalie Emmanuel), el futuro no es tan sombrío para César y sus planes.
La fuerza de las megalópolis está en la complejidad de la humanidad
La ostentación de la película no domina la historia.
De Megalópolis’ En la secuencia inicial, supe que ver lo último de Coppola sería la experiencia de mi vida. Inmediatamente nos presenta las habilidades de Catalina para controlar el tiempo con imágenes sensacionales, ricas en intensidad. Mientras el César del Conductor se inclina sobre un rascacielos, detiene el tiempo con una simple orden y lo descongela con la misma facilidad con un chasquido de su dedo. Esta sencilla secuencia va acompañada del tictac de un reloj sobre un bajo atronador que nos envuelve en su encanto con facilidad y emoción, mientras esperamos ansiosamente examinar el significado más profundo de todo esto.
Es una experiencia ordenada y bulliciosa que intencionalmente intensifica todos los sentidos para garantizar que sintamos la magnitud de su impresionante mundo.
Esa es la belleza de Megalópolis. Es llamativo y está contaminado por el caos, pero en última instancia es una historia simple sobre las complejidades de la humanidad cuando un hombre sueña con cambiar y salvar el mundo mientras otros están decididos a destruirlo. Coppola nos presenta figuras políticas decididas a recurrir a la corrupción para impedir el cambio. Luego, están los ricos, que harán todo lo posible para hacer lo mismo aumentando su dinero, poder e influencia.
Megalópolis es un logro cinematográfico impresionante
La historia sigue el modelo del mundo real.
Coppola modela a estos personajes según el mundo real, eliminando toda sutileza e inclinándose hacia los extremos. Pero debajo de todo el alboroto hay un rayo de esperanza que Coppola quiere que captemos. Puede que la teatralidad malvada esté en tu cara, pero también lo están esos deseos esperanzadores, que surgen con un humor bienvenido.
Megalópolis Contiene un exceso de referencias e influencias de la época romana antigua y la caída de su imperio. Las alegorías expuestas enmascaran una infraestructura aún más reveladora sobre la humanidad cuando se trata de ansia de poder, riqueza e influencia. Muchas personas están perdiendo la fe unas en otras, en el sueño americano y en la humanidad en su conjunto. E incluso si se le da tiempo, parece que las cosas están empeorando. Después de todo, el tiempo es algo que siempre nos han enseñado a apreciar cuando pasa volando.
Los animo a que adopten la película como un drama de ciencia ficción expresivo y seductor que es una auténtica locura.
Pero Coppola, en su película artística, nos desafía a creer que podemos manipularlo cuando lo usamos sabiamente, en este caso, para la supervivencia de la humanidad. Con la forma en que Coppola presenta temas relacionados con la supervivencia de la humanidad, podría ser fácil quedarse sentado Megalópolis y verlo como un cuerpo de trabajo pretencioso que se limita en el diseño. Pero los animo a que acepten la película como un drama de ciencia ficción expresivo y seductor que es una auténtica locura.
Megalópolis no es sólo una escapada entretenida, es un sueño febril que rara vez cesa. Es una experiencia ordenada y bulliciosa que intencionalmente intensifica todos los sentidos para garantizar que sintamos la magnitud de su impresionante mundo. Puede que hayan sido necesarios más de 40 años para hacer la película, pero Megalópolis Es un logro en el cine y bien vale la pena esperar.
Megalópolis
proyectado durante el Festival de Cine de Cannes 2024.
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