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Responden a pocos a campaña de desarme en Aldama y Chenalhó

A pesar de que recibirían a cambio de sus armas pantallas de alta definición de 32 pulgadas o tablets, los habitantes de Aldama, en Chiapas, no acudieron al llamado de las autoridades, y ningún miembro de esa comunidad participó en la campaña Canje de Armas, realizada este jueves.

En el marco del conflicto agrario entre Aldama y Chenalhó, en Chiapas, fuerzas de seguridad federal y estatal llevaron a cabo en estas comunidades la campaña, con el fin de recoger y destruir las armas, para contribuir al proceso de paz en esta zona, donde en noviembre los habitantes firmaron el Convenio Definitivo que Resuelve el Conflicto Agrario entre Bienes Comunales, como un camino a la reconciliación. Sin embargo, los ataques violentos no han parado.

El problema entre estos dos pueblos de los Altos de Chiapas se ha prolongado por 45 años, con enfrentamientos armados en los que civiles han utilizado incluso piezas de alto calibre como AK47 y R15, pero el desarme voluntario organizado este jueves apenas pudo recabar unas cuantas armas de bajo calibre usadas en la cacería y dos granadas de  fragmentación.

 

Elementos de la Sedena, la Guardia Nacional y policía local; funcionarios de la Secretaría de Gobernación y de la Secretaría General de Gobierno de Chiapas, así como observadores de las comisiones de Derechos Humanos, estuvieron presentes en la campaña.

El primer evento de la jornada fue en la plaza central de Chenalhó. Ahí, el alcalde Abraham Cruz Gómez y un representante del gobierno estatal, Leonel Reyes, exhortaron a los habitantes a colaborar.

Cerca de 30 personas acudieron con pistolas y rifles, armas viejas de bajo calibre en general y, en muchos casos, inservibles.

Por las armas inservibles, las autoridades les ofrecieron a cambio tablets con valor de 3 mil 500 pesos, pero los pobladores exigieron una de las pantallas, con un costo de 4 mil 500 pesos. Tras una negociación, los funcionarios accedieron, reporta Proceso.

El segundo puesto, se instaló en una plaza de Aldama, donde el munícipe Adolfo López Gómez exhortó a los pobladores a entregar las armas, pero ninguno atendió el llamado.

En esta fase de la jornada de canje, un joven se presentó para entregar dos granadas de fragmentación de uso militar, pero los comuneros protestaron porque no era de Aldama.


Los elementos de la Sedena y los funcionarios les explicaron que cualquier persona podía participar en la campaña.

Sin embargo, a petición de los pobladores, en el acta de entrega, debió especificarse que el joven identificado como Marco Antonio provenía de San Cristóbal de las Casas. También mostró una bolsa con balas de alto calibre, de uso exclusivo del Ejército, pero no las canjeó. Además, fue acompañado por policías estatales para que no fuese agredido por la gente de Aldama.

Este viernes, de nuevo acudirán a la zona las fuerzas de seguridad, en espera de que los habitantes de Aldama y Cenalhó se deshagan de sus armas.

Con información de Cuartoscuro y agencias


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