En la época de COVID-19, gran parte de lo que sucede del mundo de la ciencia al público en general se relaciona con el virus, y es comprensible. Pero otros dominios, incluso dentro de la investigación médica, todavía están activos, y como de costumbre, hay toneladas de historias interesantes (y alentadoras) que no deberían perderse en la furiosa actividad de la cobertura del coronavirus. Esta última semana trajo buenas noticias para varias afecciones médicas, así como algunas innovaciones que podrían mejorar la información meteorológica y tal vez salvar algunas vidas en Camboya.
El ultrasonido y la IA prometen un mejor diagnóstico de arritmia
La arritmia es una condición relativamente común en la cual el corazón late a un ritmo anormal, causando una variedad de efectos, que incluyen, potencialmente, la muerte. La detección se realiza utilizando un electrocardiograma, y aunque la técnica es sólida y ampliamente utilizada, tiene sus limitaciones: primero, depende en gran medida de que un experto interprete la señal, y segundo, incluso el diagnóstico de un experto no da una buena idea de cómo se ve el problema en ese corazón en particular. Saber exactamente dónde está la falla hace que el tratamiento sea mucho más fácil.
El ultrasonido se usa para obtener imágenes internas de muchas maneras, pero dos estudios recientes lo establecen como quizás el próximo paso importante en el tratamiento de la arritmia. Los investigadores de la Universidad de Columbia utilizaron una forma de monitoreo por ultrasonido llamada Imágenes de onda electromecánica para crear animaciones en 3D del corazón del paciente mientras latía, lo que ayudó a los especialistas a predecir el 96% de las ubicaciones de arritmia en comparación con el 71% cuando se usa el ECG. Los dos podrían usarse juntos para proporcionar una imagen más precisa de la condición del corazón antes de someterse al tratamiento.
Otro enfoque de Stanford aplica técnicas de aprendizaje profundo a las imágenes de ultrasonido y muestra que un agente de IA puede reconocer las partes del corazón y registrar la eficiencia con la que mueve la sangre con una precisión comparable a la de los expertos. Al igual que con otras IA de imágenes médicas, no se trata de reemplazar a un médico sino de aumentarlas; un sistema automatizado puede ayudar a clasificar y priorizar de manera efectiva, sugerir cosas que el médico podría haber pasado por alto o brindar un acuerdo imparcial con su opinión. El código y el conjunto de datos de EchoNet están disponibles para su descarga e inspección.
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