López Obrador conmemoró el 107 aniversario luctuoso del expresidente e inauguró el memorial “Intendencia de la Traición”.
Al conmemorar el 107 aniversario luctuoso de Francisco I. Madero y su vicepresidente José María Pino Suárez, quienes fueron asesinados en la Ciudad de México en 1913, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que retomar los ideales democráticos del maderismo no solo es por convicción o humanismo, “sino también para afianzar los cambios con el respaldo de la gente, evitar retrocesos y resistir ante cualquier reacción conservadora”.
Desde Palacio Nacional, consideró que por lo general un luchador social o político que busca transformar una realidad de injusticia o de opresión, siempre es movido por ideales y principios, por una doctrina o simplemente por una creencia, ya que “nadie podría hacer algo verdaderamente trascendente por puro pragmatismo, sin poseer alguna de estas virtudes o profesar elevados valores morales o espirituales”.
El mandatario federal refirió que el legado de esa época en la que se hizo valer la devoción a la democracia, el respeto a las libertades y justicia social se vio cristalizado en el triunfo de su movimiento el 1 de julio de 2018, cuando “quedó demostrado que el poder dimana del pueblo y solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás”.
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Y afirmó que “el gobierno actual ha retomado los ideales democráticos de Madero con el agregado de poner el mismo énfasis en el bienestar del pueblo, no solo por convicción o humanismo, sino también para afianzar los cambios con el respaldo de la gente, evitar retrocesos y resistir ante cualquier reacción conservadora”.
Este domingo, López Obrador inauguró el memorial “Intendencia de la Traición”, donde se honra al exmandatario, quien estuvo preso en este lugar junto a José María Pino Suárez y el general Felipe Ángeles, antes de ser asesinado.
Acompañado de Beatriz Gutiérrez Müller, López Obrador hizo un recorrido por la sala y aseveró que “Madero era un político extraordinario, fuera de serie tan es así que sus contemporáneos lo tildaban de soñador y no pocos con vulgaridad llegaron a decir que estaba loco”.