Empresas, asociaciones de productores y funcionarios de Estados Unidos presionaron a funcionarios mexicanos para permitir este herbicida.
Una serie de correos electrónicos revelan el cabildeo que realizaron empresas, asociaciones de productores y funcionarios de Estados Unidos para frenar la prohibición de las importaciones de glifosato en México, que en su momento encabezó Víctor Manuel Toledo en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En los correos participan funcionarios de Estados Unidos, la empresa Bayern, propietaria de Monsanto, y CropLife America, la asociación comercial nacional que representa a los fabricantes, formuladores y distribuidores de pesticidas.
Las comunicaciones fueron obtenidas por la organización US Right to Know mediante solicitudes de información y fueron publicados primero por The Guardian.
Mediante los mails se coordinaron reuniones, cartas de la Embajada de Estados Unidos en México, exhortos a la Cofepris y Semarnat; también se circularon estudios y documentos sobre la presunta seguridad del glifosato y señalaron a funcionarios del gobierno federal como “activistas”.
El 25 de noviembre de 2019 Semarnat informó que negó la importación de mil toneladas de glifosato, bajo el principio precautorio para la prevención de riesgos, derivado de las afectaciones al medio ambiente y a la salud que genera este herbicida.
En diciembre de 2019, Stephanie Murphy, directora de Asuntos internacionales de Gobierno y Comercio de Bayer, pidió a la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos considerar si podían abordar el tema desde las obligaciones del nuevo Tratado de Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.
Una funcionaria de la Oficina del Representante Comercial anotó como contexto en un documento previo a una reunión con Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior, que la administración de López Obrador “incluye a varios activistas anti-biotecnológicos y el propio presidente López Obrador ha hecho declaraciones contra el maíz transgénico”.
En el mismo documento se estableció que a “Estados Unidos le preocupa el rechazo de la SEMARNAT de los permisos de importación de glifosato sin una justificación científica clara”.
En las comunicaciones se aprecian los oficios enviados por funcionarios de la embajada de Estados Unidos en México a la Secretaría de Economía para instar al restablecimiento de los permisos: “Instamos a la Secretaría de Economía a trabajar con la Secretaría de Salud para garantizar que se tomen decisiones lo antes posible sobre las solicitudes completas que hayan alcanzado o superado la marca de seis meses en la Ley de Bioseguridad, y que todas las demás solicitudes completas sean procesadas y decidido en seis meses. También instamos a la Secretaría de Economía a trabajar con la Secretaría de Salud para proporcionar a los solicitantes y al Gobierno de los Estados Unidos el estado (por escrito y con una explicación) de la lista de solicitudes adjunta y una explicación por escrito de cualquier cambio en su proceso de autorización. Es fundamental que la Secretaría de Salud restablezca la comunicación con los gobiernos y solicitantes de socios comerciales sobre su proceso de autorización”.
El 7 de febrero de 2020 la funcionaria respondió que no tuvo éxito en esta gestión:
El 12 de marzo de 2020, el presidente de CropLife, Chris Novak, envió una carta a Robert Lighthizer, entonces representante comercial de Estados Unidos, para solicitar “atención urgente” a este asunto: “Creemos que es necesaria la intervención de los más altos niveles de gobierno en México para resolver el problema y reanudar la importación legal de productos pesticidas”.
El 19 de mayo de 2020, Lighthizer le escribió una carta a Graciela Márquez Colín, entonces secretaria de Economía, en la que “instó” a México a reevaluar este tema y otorgar permisos de importación. El funcionario cerró su carta con: “Estoy dispuesto a trabajar con usted para ayudar a asegurar la preparación de México para cumplir con sus obligaciones del T-MEC y para evitar que estos problemas socaven la fortaleza de nuestra relación bilateral. Espero su respuesta”.
El 7 de agosto, Novak le agradeció a Lighthizer sus gestiones en este tema: “CropLife America (CLA) y su compañía miembro aprecian enormemente los esfuerzos de usted, su personal y otros miembros de la Administración”.
La preocupación por el tema se trasladó a la Cofepris, porque no autorizó inmediatamente el registro sanitario de algunos productos de este tipo.
“Las demoras de COFEPRIS también están afectando a otros productos agrícolas y farmacéuticos. CLA y sus compañías miembros creen que todos estos son ejemplos del incumplimiento de México de las obligaciones a las que se ha comprometido bajo el T-MEC recientemente promulgado. En nombre de CLA y de las empresas miembro, solicito respetuosamente que el gobierno de los Estados Unidos Incluya las demoras en el procesamiento del registro de plaguicidas de la COFEPRIS en las discusiones de implementación del T-MEC con México”, dice el oficio que envió Christopher A. Novak al secretario de Comercio, Wilbur Ross y a Lighthizer el 7 de agosto de 2020.