Ridley Scott es uno de los mejores directores vivos que quedan de ese antiguo Hollywood. El cineasta británico surgió heredando lo mejor del cine de los 70 y fue precisamente a finales de esa década cuando estrenó Alien, el octavo pasajero. El terror y la ciencia ficción se daban la mano y este, sería un registro que volvería a explorar con Blade Runner en 1982. Sin embargo, en vez de mezclar el sci-fi con el horror, en esa ocasión juntó todo lo que había aprendido y el material de Philip K. Dick en una suerte de neo-noir detectivesco. En su momento no gustó nada a la crítica pero hoy en día está considerado como un clásico de culto. De esta forma en poco tiempo se convirtió en el nuevo maestro del género. Lo que no quita para que el ganador del Oscar se arrepienta de haber vuelto a uno de sus mundos con la precuela de Alien: Covenant, en vez de dirigir Blade Runner 2049.
Scott iba a dirigir Blade Runner 2049, pero después de un conflicto de programación con el rodaje de Alien: Covenant, la secuela de la precuela Prometheus que él mismo filmó en 2012: “No debería haber tenido que tomar esa decisión. Pero tenía que hacerlo. Debería haber hecho Blade Runner 2049”, contaba el director en una entrevista reciente.
El realizador ejerció como productor ejecutivo y la dirección fue a parar al canadiense Denis Villeneuve, alzándose con tres premios Oscar. Uno para los mejores efectos visuales, otro para la edición de sonido y finalmente una estatuilla merecidísima para el director de fotografía, Roger Deakins. Villeneuve admitiría después que la cinta era un producto que “coqueteaba con el desastre” debido a su gran presupuesto que alcanzaba los 300 millones de dólares entre los costes de producción y el marketing. “Era un juego peligroso…con Blade Runner tenía que ser respetuoso con la obra maestra de Ridley Scott. Fue más un acto de amor”, señalaba Villeneuve en una entrevista en 2021 con el podcast Happy Sad Confused.
Esperemos que Scott no se ha arrepiente de su otro gran regreso, cuando estrene Gladiator 2 en 2024. La cinta se estrenará 25 años después de los acontecimientos de la primera película, siguiendo los pasos de un Lucius adulto, interpretado por el nominado al Oscar, Paul Mescal.
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