‘El león rugiente’, el retrato de Winston Churchill que fue robado en un hotel de Canadá.Yousuf Karsh
La policía de la ciudad de Ottawa investiga el robo de una de las fotografías más famosas de Winston Churchill. La imagen, tomada en 1941 y bautizada como “el león rugiente”, estaba expuesta desde 1998 en uno de los salones del hotel Château Laurier de la capital canadiense. Sin embargo, empleados del recinto se percataron el pasado viernes que había sido reemplazada por una copia. El marco no correspondía al original. Asimismo, la firma del fotógrafo, Yousuf Karsh, era apócrifa. Los herederos de Karsh confirmaron estos elementos anormales. El valor de esta obra supera -según algunos expertos- los 100.000 dólares, aunque el precio es difícil de establecer por su importancia histórica.
La administración del hotel y la policía pidieron esta semana la colaboración de la ciudadanía. Este llamado comienza a rendir frutos: se pudo comprobar –gracias a fotografías compartidas por distintos visitantes- que la pieza original aparecía el 25 de diciembre, pero otras imágenes muestran que 12 días después ya había sido reemplazada por la copia. Geneviève Dumas, directora general del Château Laurier indicó a The Canadian Press que se requieren herramientas especiales para retirar la obra, por lo que está segura que se trató de un hurto llevado a cabo por un profesional. “El ladrón sabía bien lo que hacía”, declaró.
La fotografía fue tomada el 30 de diciembre de 1941, tras el discurso que Winston Churchill pronunció ante los parlamentarios canadienses. La imagen figuró en la portada de la revista Life en mayo de 1945 y desde 2016 aparece en el reverso de los billetes de cinco libras esterlinas. La icónica postal del primer ministro británico salió de la lente de Yousuf Karsh (1908-2002), un fotógrafo canadiense de origen armenio reconocido por sus retratos a grandes figuras del siglo XX. Albert Einstein, la reina Isabel II, Pablo Picasso, Grace Kelly, Martin Luther King, Helen Keller y Mohamed Alí, entre otros, fueron fotografiados por Karsh con remarcable talento.
Aquel día invernal de 1941, Winston Churchill agradeció en la colina parlamentaria al pueblo canadiense por todos los esfuerzos bélicos hechos por la “causa común”, subrayando que los aliados estaban dedicados a “la extirpación total y definitiva de la tiranía de Hitler, el frenesí japonés y el fracaso de Mussolini”. Luego del discurso, el premier británico aceptó tomarse la fotografía en otro salón del recinto legislativo. De acuerdo al testimonio de Karsh que aparece en la página web del organismo patrimonial de su obra, Churchill no se desprendía de su característico puro. “Entonces me acerqué a él y, sin premeditarlo, pero con mucho respeto, le dije: ‘Perdóneme, señor’, y le quité el puro de la boca”, contó. “Cuando volví a mi cámara, parecía tan beligerante que podría haberme devorado. Fue en ese instante cuando tomé la fotografía”, agregó.
El retrato del político dio a Yousuf Karsh renombre internacional. Karsh vivió 18 años en una de las habitaciones del Château Laurier. Seis de sus obras estaban expuestas en un mismo salón del hotel, pero tras el robo de la conocida como “el león rugiente”, las demás permanecen resguardadas hasta que las medidas de seguridad sean las óptimas. Las pesquisas policiales continúan para recuperar esta pieza apreciada por canadienses, británicos y amantes de la fotografía de medio mundo. Geneviève Dumas ha pedido a los compradores que estén atentos. “¿Alguien intentó venderte una imagen de Winston Churchill? Bueno, tal vez fue la nuestra que desapareció”, apuntó.
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