Este es un ejemplo de cómo se verá el futuro, que va hacia los viajes sin contacto, la automatización y un mayor enfoque en seguridad sanitaria, según el gerente de operaciones del aeropuerto de Nairobi.
Jasiri, Shujaa y Tumaini aterrizaron en Kenia hace poco más de dos semanas, pero ya están desempeñando un papel importante para frenar la propagación del coronavirus en el país.
Los tres robots de color blanco brillante, fabricados en China y donados por Japón y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se pusieron a trabajar en el principal aeropuerto internacional de Nairobi, manteniéndolo desinfectado y monitoreando las llegadas en busca de signos del virus.
Mientras Jasiri, una palabra en suajili que significa “valiente”, hace sus rondas, rocía finos chorros de desinfectante de contenedores adheridos a sus costados y toma imágenes infrarrojas con una cámara montada en un cuello extensible, mientras escanea a cientos de pasajeros por minuto.
Él toma las temperaturas, registra los datos para almacenarlos y, en un inglés neutro, le indica a quienes no usan mascarillas que se las pongan y a quienes están demasiado cerca de otros que respeten las reglas de distanciamiento físico.
“El papel de Jasiri en este aeropuerto es mejorar la seguridad de los viajes internacionales“, dijo a Reuters el gerente de operaciones del aeropuerto, Simon-Peter Njoroge.
“Este es un ejemplo más de cómo se verá el futuro. El futuro va hacia los viajes sin contacto, hacia la automatización, hacia un mayor enfoque en (…) seguridad sanitaria, lo veo como una fuerza poderosa para la mejora de los viajes aéreos”.
El trío también está ayudando a frenar la propagación de una pandemia que hasta ahora ha matado a casi mil 800 personas e infectado a más de 100 mil en el país de África Oriental y ahorra tiempo a los pasajeros en las formalidades de llegada.
“Había una cola larga, pero (…) tenemos un sistema que puede tomar la temperatura de más de 100 personas al mismo tiempo”, expresó Major Pascal, de Burundi.
(Reuters)