El día no acompaña en París, pero en Roland Garros se abre fuego y mientras los elegidos para la pista central guerrean a cubierto, estrenándose así la cubierta que durante tantos años venían reclamando el torneo y los profesionales, en las pistas exteriores los tenistas se enfrentan a unas condiciones de perros que empapan las prendas y doblan los paraguas de los escasos ciudadanos parisinos que han logrado un ticket para acudir a la sesión dominical. Lluvia, viento y un frío bastante considerable a primera hora, cuando Victoria Azarenka, la renacida Azarenka, trata de resolver su debut contra Danka Kovinic.
La bielorrusa domina el juego y el marcador, 2-1, pero el agua y el viento reclaman más y más protagonismo hasta que se decide la suspensión temporal del partido. Las dos jugadoras se van a sus respectivas sillas, pero al ver que la acción va a tardar en reanudarse en la pista Suzanne Lenglen, Azarenka, destemplada y envuelta en varias toallas, empieza a perder la paciencia hasta que estalla: “No voy a esperar dos minutos aquí sentada porque estamos a ocho grados, ¡ocho grados! Vivo en Florida y allí hace calor… Esto es ridículo, ¡hace demasiado frío!”, le protesta a la juez de silla primero y luego a la supervisora.
Acto seguido, la reciente finalista del US Open decide unilateralmente retirarse al vestuario mientras su rival acepta la pausa en su sitio. Al final, la historia no va más allá de una regañina, pese a que su comportamiento podía haberle costado un castigo, y Azarenka vence plácidamente por 6-1 y 6-2. “Se trata de que tengan un poco de comprensión”, esgrime luego. “Sé que las condiciones son las mismas para todos, pero no quería quedarme ahí y enfriarme. No voy a sentarme aquí para quejarme, pero creo que hay formas más inteligentes de manejar algunas situaciones”.
Y prosigue con un dardo al torneo, al ser preguntada sobre si tal vez hubiera sido más aconsejable cancelar definitivamente el evento al no poder celebrarse en las fechas originales: “Ya había estado aquí en octubre y sabía que las condiciones no son las mejores para jugar, pero creo que a veces Roland Garros no se comunica con los jugadores o bien decide sin consultarnos… ¿Cancelarlo? No lo creo, porque yo quiero competir y los jugadores de menor rango y los doblistas se han visto afectados financieramente, pero espero que algunas cosas cambien en el futuro y sean más dialogantes”.
Además de este episodio, la jornada inaugural depara la caída de los dos primeros representantes españoles que intervienen, Sara Sorribes (6-4 y 6-0 contra Simona Halep) y Pablo Andújar (6-3, 6-4 y 6-4 ante Stefano Travaglia). También, un desigual duelo entre dos viejos rockeros, Stan Wawrinka y Andy Murray: el primero se impone por 6-1, 6-3 y 6-2, y cierra de forma abrupta el paso al escocés, una verdadera oda a la resiliencia sea cual sea el resultado. Casi en paralelo, la precoz Cori Gauff (16 años) logra su primera victoria en el grande francés, por doble 6-3 frente a Johanna Konta, y da otro latigazo al tenis británico.
Como cierre, Alexander Zverev se deshace de Dennis Novak por 7-5, 6-2 y 6-4 y Diego Schwartzman se muestra firme contra Miomir Kekmanovic (6-0, 6-1 y 6-3). Poco antes, Juan Ignacio Londero derriba a Federico Delbonis en un kilométrico duelo resuelto en 4h 54m: 6-4, 7-6(1), 2-6, 1-6 y 14-12. Muy lejos, en cualquier casi, del récord de longitud en el torneo, las 6h 33m empleadas por Fabrice Santoro frente a Arnaud Clement en la primera ronda de 2004.
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* El orden de juego del lunes 28 de septiembre.
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