Por su parte, Alfredo Figueroa consideró que los comentarios de López Obrador respecto a la investigación sobre el jefe de la Oficina de la Presidencia ayudan a que todos se unifiquen, no haya distinciones ni una conversación pública.
“Romo está en una emergencia personal, no nacional, porque todo su entorno se está viendo comprometido por una serie de circunstancias muy complejas”, afirmó el exprocurador fiscal Gabriel Reyes Orona sobre los cuestionamientos que giran en torno al jefe de la Oficina de la Presidencia y los cambios que se anunciaron el martes en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Banco de Comercio Exterior (Bancomext) y en Nacional Financiera (Nafin).
“Todo mundo sabe que Alfonso Romo es un empresario que estuvo vinculado con el sector agropecuario, al sector relacionado con las nuevas tecnologías en el campo y sobre todo al manejo del agua. No es un tema novedoso el que Romo tenga cuestionamientos muy severos y profundos respecto a las tecnologías que Monsanto había tratado de implementar en México, y respecto del acopio o concentración del agua para el uso de actividades agropecuarias”, sostuvo Reyes Orona.
Manifestó que ha sido evidente que Romo siempre tiene un discurso opuesto, o cuando menos contradictorio, con el del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues mientras el mandatario federal ha dicho que el crecimiento es secundario y el desarrollo es lo que importa, Romo ha insistido en que el proyecto de la Cuarta Transformación no funcionará sin crecimiento. Incluso, ayer mismo Romo dijo que el país está en una “emergencia nacional” derivada del brote de coronavirus; no obstante que AMLO ha dicho que no se deben tomar medidas extremas ni severas ante esta situación.
“En tres ocasiones, López Obrador ha presentado el plan de infraestructura diciendo que ‘ahora sí Alfonso Romo trae un programa empresarial de inversión, de infraestructura y de novedosos mecanismos para que el empresariado mexicano se integre al esfuerzo que está llevando el gobierno federal’. Sin embargo, esos tres esfuerzos han fracasado”, apuntó.
“En Nuevo León, Romo siempre fue un empresario que estuvo relegado, no forma parte del grupo de los 10, ni se ha integrado a los mecanismos que los empresarios de allá tienen articulado para armar grandes inversiones. Hoy vemos que Alfonso Romo tiene que dejar posiciones en el gobierno federal, y gradualmente tendrá que encontrarse un nuevo mecanismo para que haya un articulador con el empresariado mexicano. No ha podido con la tarea, este sentido de emergencia del que habla es solo una percepción personal en cuanto a que él no ha podido integrar a los empresarios a los programas y planes del gobierno”, agregó.
Consideró que el tema Romo será solo el punto de partida, no solo replantear la relación con los empresarios, sino también la composición que tuvo de arranque el gobierno federal.
Indicó que el equipo del empresario tiene un repliegue con la salida de Adalberto Palma Gómez, como presidente de CNBV, y de Eugenio Nájera Solórzano, como director general de Nafin y director general del Bancomext.
Y sostuvo que el presidente no solo ha percibido el mensaje y entorno contradictorio en las palabras de Romo, sino que también su equipo, el que postuló para integrarse al gobierno federal, no ha dado los resultados que le ofreció.
Por su parte, el exconsejero del IFE Alfredo Figueroa expuso que cuando se habla de Alfonso Romo, se habla de un personaje que coordinó el proyecto de nación de la 4T y de uno de los personajes más cercanos al presidente, así como de la puerta de entrada a un conjunto de intereses de la Iniciativa Privada con la Presidencia.
“Llama la atención y se aplaude el hecho de que el presidente diga que se hará una investigación a través de la Secretaría del Medio Ambiente y la Función Pública, pero que inmediatamente después diga que esto corresponde a un conjunto de conservadores”, comentó.
“Frente a una crítica que no proviene de una campaña orquestada hay la misma calificación que a prácticas que sí están claramente vinculadas a aspectos de iniciativas presentadas por legisladores. Tenemos que hacer un esfuerzo por distinguir entre aquellos aspectos que son un trabajo de investigación y otros que son propaganda. Los comentarios de López Obrador ayudan a que todos se unifiquen, no haya distinciones y que no tengamos una conversación pública”, añadió.
Y opinó que si el jefe de la Oficina de la Presidencia ya terminó de reír por el reportaje “Alfonso Romo: un cacique del agua en el paraíso maya”, el cual evidenció que la empresa Enerall, la cual fundó en 2007, en los últimos 10 años obtuvo concesiones para explotar la mayor cantidad de agua subterránea para uso agrícola en la Península de Yucatán, sería buenísimo que nos contara qué papel está jugando en la Presidencia, con los empresarios, qué ha pasado en Yucatán, en Chiapas en relación con sus inversiones y cómo él es partidario y cómo ejerce todos los días la separación del poder económico del poder político.
