Eran solo 100 los elegidos. Justo el día del lanzamiento de su nuevo disco, Motomami, Rosalía ha querido acercarse a sus fans en carne y hueso. Después de los actos promocionales mundiales que ha protagonizado en los últimos días en platós de televisión, entrevistas en prensa, redes sociales y actuaciones virtuales, la artista ha bajado a tierra para firmar discos en la tarde de este viernes en la tienda de la cadena Fnac de la plaza madrileña de Callao. Eso sí, únicamente los que llevaban bajo el brazo el centenar de afortunados que tuvieron la suerte de ganar un sorteo previo y que han tenido además la oportunidad de charlar con la cantante en persona mientras estampaba su rúbrica en sus álbumes.
El acceso a la sala en la que esperaba la cantante ha sido vetado a todos los demás, periodistas y medios incluidos, por decisión de la productora estadounidense Sony Music. Los que sí tenían la autorización pertinente no han querido llegar tarde a la cita. Como José y Paula, que han hecho una larga espera en la cola que se ha formado ante la puerta de la tienda desde las cuatro de la tarde, aunque la artista les ha hecho esperar hasta poco más de las seis. Por supuesto, para ellos ha valido la pena. “Nos han hecho entrar tras mostrar el DNI y la entrada. Luego hemos estado un ratito en unas escaleras. Después hemos tenido mucho tiempo para estar con ella, para hacerle preguntas y tomarnos una foto”, relata José. A Paula, en el poco tiempo en el que la ha conocido, Rosalía le ha dado la impresión de ser alguien con un interés genuino por sus fans. “Agradece un montón el apoyo de la gente de su país. Me ha preguntado qué estudiaba y me ha felicitado por mi cumpleaños, que fue hace cinco días. No me ha parecido alguien borde que piensa en hacerse una foto e irse”, comenta. De los nuevos temas del disco, el favorito de él es Sakura y el de ella, Bizcochito.
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Más allá de los 100 elegidos, una multitud de curiosos ha rodeado las entradas principales del establecimiento en busca de un atisbo de la cantante. Esperaban con ilusión que Rosalía asomara la cabeza por algunas de las puertas. Algunos incluso estaban dispuestos a probar suerte, disco en mano, para recibir el autógrafo sin ni siquiera haberse presentado al sorteo. Pero la realidad es que encontrarse con la artista, aunque sea de lejos, es desde hace tiempo un evento reservado para unos pocos. Eso siempre que uno no se la encuentre disfrazada de reportera como se prestó a hacer para el programa El Hormiguero, uno de los de mayor audiencia de la televisión española, al que acudió este jueves por la noche.
Seguidores de Rosalía ante las puertas de la Fnac de Callao mientras Rosalía firmaba discos dentro.E. N.
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Pero la promoción del nuevo trabajo de Rosalía va ya mucho más allá de España. Su salto al panorama internacional nunca ha sido tan evidente como ahora. La misma artista barcelonesa que en 2018 llegó a los dispositivos de todo el país con El mal querer, ese atrevido álbum en el que daba una vuelta de tuerca al flamenco, ha centrado ahora buena parte de su promoción en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos, donde se ha paseado por programas de entretenimiento tan célebres como el de Jimmy Fallon y el mítico Saturday Night Live.
En la medianoche del jueves al viernes, coincidiendo con el momento de la salida de Motomami, la artista regaló a sus fans de todo el mundo un concierto virtual a través de Tik Tok, la misma plataforma en la que en enero ofreció un adelanto de Hentai, uno de los temas más comentados. Los cambios de escenografía y vestuario se sucedieron en el vídeo durante la interpretación de versiones abreviadas de sus nuevas canciones.
Sola o acompañada de bailarines, con los conjuntos que ya lució en videoclips como el de Chicken Teriyaki u otros menos conocidos, Rosalía también dio una muestra de imágenes inéditas de la grabación del evento. No faltaron, además, intervenciones de sus colegas internacionales, desde el estadounidense Pharrel Williams hasta la influencer de origen venezolano Lele Pons, pasando por Rauw Alejandro, actual pareja de la cantante barcelonesa. El concierto virtual terminó con la friolera de más de 10 millones de ‘me gusta’ y tras haber alcanzado casi 100.000 espectadores simultáneamente en algún momento.
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