Las credenciales que colecciona en sus 22 años de profesional permiten a Rubén Castro Martín (Las Palmas, 40 años) entrar en la historia del fútbol español por la puerta suprema del gol. Sus 270 tantos entre Primera (93) y Segunda (177) le convierten en el quinto mejor realizador de todos los tiempos, solo por detrás de Zarra (280), Quini (283), Cristiano Ronaldo (311) y Messi (472). Los 12 goles en 21 partidos en la actual campaña con el Cartagena en Segunda demuestran que sus constantes vitales se mantienen intactas y no parecen tener de momento fecha de caducidad. Ningún otro jugador había llegado a la docena realizadora con esa edad, con el aditivo de haber firmado más dianas desde que cumplió los 30 (176) que hasta entonces. Habla con su acento canario y un toque de andaluz, tras su paso (ocho años) por el Betis. Ha jugado en 10 clubes y tuvo una breve experiencia en China.
Pregunta. La supuesta crisis de los 40, usted la está resolviendo a base de goles.
Respuesta. Seguimos aguantando todavía. Yo tampoco pensaba que iba a durar tanto. Me encuentro bien y si uno se siente bien, ¿por qué no seguir? Tengo claro que cuánto más edad tenga, más me tengo que cuidar. El tema de la alimentación se ha convertido en algo muy importante, sin olvidar que lo realmente importa es no perderte ningún entrenamiento y esto me lo tomo muy en serio. También me doy una vuelta por el gimnasio. Sé que tengo que trabajar más que nadie porque si no te pasan por encima. A la cama hiperbólica no llego.
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P. ¿Está al tanto de sus estadísticas, de los récords que va superando?
R. No estoy ajeno. Me lo comentan. No tengo redes sociales, pero sé los goles que me faltan para alcanzar a Zarra o para superar el récord en el Cartagena, que está en 38 y ya llevo 31. Siempre que he jugado y he tenido la confianza del entrenador he marcado goles.
P. En el récord general solo tiene por delante a Messi, Cristiano, Quini y Zarra… A los dos últimos no los ha visto jugar, pero de los dos primeros qué ha envidiado siempre.
R. De Zarra y Quini he escuchado cosas, por supuesto. Dos rematadores clásicos, de área. De Cristiano me hubiera gustado tener su mentalidad de querer siempre ser el mejor y de Messi su talento. A él no le hace falta entrenar, lo tiene de nacimiento. Yo siempre me he sabido buscar la vida en el área. Nunca fui un futbolista físico. Siempre me gustó encarar. Aunque sea delantero centro, también he jugado arrancando desde la banda. A Mel le gustaba meterme ahí cuando íbamos perdiendo. Como Juanmi ahora.
Rubén Castro bate a Pinto en un Barça-Betis de la 2013-2014.Vicens Gimenez
P. ¿Sabía que ha tenido 30 entrenadores a lo largo de su carrera profesional, y alguno como Pepe Mel en cuatro ocasiones?
R. Sabía que había tenido muchos, pero no tantos. Un año en Las Palmas tuvimos cuatro en una temporada. Descendimos a Segunda B y yo fui el máximo goleador de la categoría. Desde luego, no he tenido ninguno como Mel. Desde que me cogió en el Rayo, que yo estaba cedido por el Deportivo y luego en el Betis y en Las Palmas, siempre me entendió bien y sacó lo mejor de mí.
P. Si tuviera que redactar su currículo para encontrar equipo, ¿qué destacaría?
R. La derecha es lo mejor que tengo, le pondría un 9. La izquierda es para subir a la guagua, un 3. Al remate de cabeza un 4 y al regate, aunque cada vez regateo menos, un 6. La velocidad es lo que más se nota cuando llegas a los 40 e intento taparlo con la anticipación. Y la resistencia también se pierde…
P. Se pierde todo menos el gol, ¿no es así?
R. Yo por lo menos no lo he perdido: 19 el año pasado y este ya llevo 12. El gol no entiende de categorías. Todas las porterías son iguales y tienen las mismas medidas, ya sea en Primera o en Segunda. Ahora no me puedo quejar. Me ha dado por meterlos de dos en dos y también creo que hay una estadística en este sentido que puedo igualar. Lo más que he conseguido en un partido son tres goles. Las dos veces con el Betis, contra el Numancia y el Valladolid.
P. ¿Recuerda su primer partido profesional?
R. Contra el Málaga en La Rosaleda. Jugué un minuto. Para sacar de centro. Entré por Guayre. Las Palmas estaba en Primera (2000-2001). Estaba muy nervioso, no me enteré de nada de lo que el entrenador me decía.
Castro, durante un partido con la UD Las Palmas.Carlos Diaz-Recio (DIARIO AS)
P. Y su primer gol se lo marcó a Casillas, que además fueron dos. ¿Cómo fueron?
R. A la temporada siguiente. Entré al campo faltando 20 minutos y los marqué. Mucha gente, sobre todo en Las Palmas, me para por la calle y me preguntan si me acuerdo. El primero fue de un rechace a un remate mío y el segundo una vaselina; la peina Tevenet, la paro con el pecho y se la pongo por encima a Casillas. Puedo contar a mis nietos que le hice un gol a Casillas de vaselina, contra el Madrid de Zidane, Raúl, Guti…. Era el viejo estadio Insular, en medio de la ciudad. Estaba mi familia. Fue inolvidable.
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P. ¿Sabe que solo tiene una expulsión en su carrera?
R. Fue jugando con el Huesca, contra el Levante. Como no sabía dar patadas, seguro que debí dar alguna mal dada.
P. Ha jugado en 10 clubes y en Las Palmas dos veces. ¿No le parecen demasiados?
R. Sí son muchos, la verdad. Todo viene de mi fichaje por el Deportivo, con el que firmé por siete años. Más que un problema con el presidente, que era Lendoiro, fue un problema con los entrenadores que fueron pasando por allí. No me querían y me iban cediendo. Siempre pensé que donde no le quieren a uno no se debe estar. Me mandaron al Albacete, al Racing, al Nàstic, al Huesca, al Rayo… Yo lo que quería es jugar, y si no podía pues me iba. Allí jugué dos años y medio y los otros cuatro y medio estuve dando vueltas por España. Luego ya me fichó el Betis y estuve ocho años quieto gracias a Pepe Mel, que me conoció en el Rayo.
Rubén Castro dispara en un partido con el Albacete contra el Athetic.EFE
P. Y la experiencia de China. ¿Fue para hacer caja, más que nada?
R. No me fue mal. Fueron cuatro meses. No me arrepiento, pero con una vez me valió. Marqué siete goles en 12 partidos. Fue para llenar un poco la mochila y volver a Sevilla. La realidad es que yo pensaba que me iba a ir peor, pero estaba Manzano de entrenador con el cuerpo técnico español, también Mario Suárez.
P. ¿Es este su último año?
R. No lo sé. El año pasado lo pensaba y he aguantado uno más. Ahora pienso lo mismo. Si supero los 15 goles, ¿por qué lo voy a dejar si estoy bien? Ya llevo 12. Vamos a ver cómo acabo. Este año tuve la oportunidad de jugar en Primera, incluso, pero en Cartagena me siento cómodo.
P. ¿Qué le ha faltado a su carrera, debutar en la selección y jugar la Champions?
R. Me hubiera gustado retirarme en el Betis. A la selección estuve a punto de ir una vez. Creo que era Del Bosque el seleccionador. Tuve mis esperanzas, pero era consciente de los grandes delanteros que siempre ha habido en el fútbol español.
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