Aunque la actriz, guionista y directora Phoebe Waller-Bridge ya participó en el guion de Sin tiempo para morir, ahora nuevos rumores afirman que la británica podría ser el centro de las expectativas generadas en torno al próximo filme del personaje creado por Ian Fleming. Barbara Broccoli, la productora ejecutiva que decidirá entre otras cosas al nuevo actor que encarne al espía, parece conocer bien el talento de la actriz de Fleabag, siendo una pieza clave para modernizar al clásico personaje.
No es la primera vez que aparecen rumores sobre la implicación de la artista dentro del universo propiedad ahora de Amazon. Hace más de un año ya se habló de que Waller-Bridge podría estar detrás de un spin-off sobre la hija de James Bond. En cambio, ahora parece que esos mismos comentarios apuntan hacia la relevancia de un título oficial. Y es que, puede que el próximo James Bond no vaya a ser una mujer, pero quizás el puesto detrás de las cámaras sí que sea una revolución lo suficientemente relevante la IP originaria de la Metro Goldwyn Mayer.
Una decisión estratégica que, el también director de la saga Sam Mendes, ya anticipó hace algunos meses. El responsable de Skyfall y Spectre aseguró que ya era hora de que una mujer dirigiese una película de James Bond. Phoebe Waller-Bridge saltó a la fama gracias a Fleabag. La serie original de Amazon Studios fue un exitazo que la puso en el mapa de todas las miradas, gracias a un guion, dirección y protagonismo que dejaba fuera de cualquier duda que no fuese a convertirse en una auténtica estrella. El único problema reside en la complicada agenda que la londinense tiene por delante, la cual incluye un nuevo proyecto junto a la plataforma de streaming y la coautoría de una ficción televisiva basada en la película de Sr. y Sra. Smith.
Independientemente de la ilusión implícita en esta relación talentosa, lo que tampoco se sabe es quién asumirá la herencia de Daniel Craig en el papel. Al principio, se habló de Idris Elba, Tom Hardy, Tom Hiddelstone y Henry Cavill para el papel, pero actualmente el nombre que más ha sonado es el de Aaron Taylor-Johnson. La problemática del casting, aparte de cumplir un rango de edad entre los 35 y los 45 años, reside en la casi exclusividad de la carrera de un actor durante al menos una década.
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