Buques militares rusos han disparado este miércoles salvas de aviso al destructor de la Armada Real británica HMS Defender cuando navegaba por el mar Negro, según ha informado el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, en declaraciones a la agencia estatal rusa Interfax. El Gobierno de Vladímir Putin ha acusado a la nave británica de haber entrado en sus aguas territoriales. De confirmarse, se trataría de uno de los más graves incidentes entre fuerzas de la OTAN y Moscú desde el final de la Guerra Fría. La versión de Moscú, sin embargo, contradice absolutamente la de Londres. A través de su cuenta oficial en Twitter, el Ministerio de Defensa del Reino Unido ha asegurado que “no se han disparado salvas de aviso” a su destructor, que llevaba a cabo un paso inocente a través de las aguas territoriales de Ucrania, de acuerdo con las leyes internacionales. Se entiende por “paso inocente” la convención marítima acordada por la ONU según la cual las naves tienen derecho a atravesar las aguas territoriales de otra nación si se trata del trayecto más corto entre dos puertos, se hace de un modo rápido y sin alterar la paz.
El Ministerio de Defensa ruso, siempre según la citada agencia, asegura que no obtuvo respuesta del HMS Defender cuando le advirtió de que se hallaba dos millas náuticas dentro de su demarcación. Posteriormente, un caza de combate Su24-M arrojó cerca de la nave cuatro bombas explosivas de fragmentación como segundo aviso. La agencia ha asegurado que el buque británico viró su rumbo y no hubo heridos durante el incidente. Moscú ha llamado a consultas al agregado militar británico de la embajada del Reino Unido en ese país.
Downing Street ha señalado oficialmente al Gobierno ruso, en su reciente Estrategia Integral de Defensa y Política Exterior, como una de las principales amenazas a las que se enfrenta el Reino Unido, y la tensión entre ambos países no ha dejado de aumentar durante los últimos tres años. Especialmente, a partir del intento de asesinato del agente doble ruso, Sergei Skripal y de su hija, Yulia, en marzo de 2018 en la localidad británica de Salisbury. El Gobierno de Theresa May acusó directamente a la Administración de Vladímir Putin de estar detrás del envenenamiento con el agente neurotóxico novichok.
Soldados en Ucrania
La tensión entre Moscú y los países de la OTAN escaló el pasado abril cuando Putin decidió desplegar unos 10.000 soldados cerca de la frontera con Ucrania. Se trataba de una respuesta, explicó el Kremlin, a las maniobras militares llevadas a cabo por la Alianza Atlántica, Defender Europe 2021, a lo largo de todo el continente europeo, incluida Estonia, fronteriza con Rusia.
El HMS Defender estaba estacionado a principios de esta semana en el puerto de Odesa, al sur de Ucrania. Este país ha acordado con el Reino Unido la construcción conjunta de varios buques de guerra, así como de dos bases militares navales compartidas. Rusia se anexionó unilateralmente la península de Crimea, en territorio ucranio, en 2014. La mayoría de países occidentales condenó esa anexión y sigue considerando a la península parte de Ucrania.
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