Mientras el gobierno ruso señala que las criticas a la detención de Navalni buscan desviar la atención de los problemas que enfrentan los países, Estados Unidos y Europa demandaron la liberación del líder opositor.
El gobierno ruso afirmó este lunes que los países occidentales buscan “desviar la atención de su profunda crisis” con sus críticas a la detención del destacado opositor Alexei Navalni, que se produjo este domingo cuando llegó al aeropuerto de Moscú luego de recibir tratamiento en Alemania tras un presunto envenenamiento que sufrió en agosto de 2020.
“Vemos cómo han aprovechado las noticias de ayer sobre el regreso de Navalni a Rusia. Se nota la alegría con la que se dan los comentarios, casi todos iguales”, sostuvo el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, durante una rueda de prensa.
“La alegría, porque esto permite a los políticos occidentales pensar que así podrán desviar la atención de la profunda crisis en la que se encuentra el modelo de desarrollo liberal”, agregó, de acuerdo con la agencia rusa de noticias Sputnik.
Destacó que “no se deben buscar motivos externos para justificar” las acciones de Rusia o “desviar la atención de los problemas y crisis del país”. “Al contrario, se debe jugar honestamente y buscar la oportunidad para resolver sus problemas internos en una cooperación internacional honesta e igualitaria”, comentó.
El Servicio Penitenciario Federal de Rusia (FSIN) dijo que Navalni fue detenido porque “tiene pendiente una sentencia condicional y desde el 29 de diciembre de 2020 está en búsqueda por numerosas infracciones del período de prueba”. El opositor permanecerá bajo custodia a la espera de lo que dictamine un tribunal, añadió el FSIN.
Navalni se desplomó en un vuelo interno el pasado 20 de agosto y fue posteriormente trasladado en avión a Berlín para recibir tratamiento. La Unión Europea impuso en octubre sanciones contra varios altos funcionarios próximos al presidente ruso, Vladimir Putin, después de que laboratorios de Alemania, Francia y Suecia determinaran que Navalni había sido envenenado con un agente químico nervioso desarrollado por los soviéticos conocido como Novichok.
El destacado opositor ruso denunció que el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia, la principal agencia sucesora de la KGB soviética, fue directamente responsable de su intento de asesinato. El presidente ruso desestimó las acusaciones en numerosas ocasiones.
Estados Unidos condena la detención de Navalni
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, condenó “enérgicamente” la detención de Alexei Navalni y exigió su “liberación inmediata e incondicional”, así como “igualdad de condiciones” para todos los partidos y candidatos que aspiran a participar en el espacio político.
“Observamos con gran preocupación que su detención es el último de una serie de intentos de silenciar a Navalni y otras figuras de la oposición y voces independientes que critican a las autoridades rusas”, dijo en un comunicado emitido por la Secretaría de Estado.
“Los líderes políticos confiados no temen a las voces en competencia, ni cometen actos de violencia ni detienen injustamente a los oponentes políticos”, continúa.
“El pueblo ruso, como todo el mundo, merece un Gobierno que apoye un mercado abierto de ideas, una gobernanza transparente y responsable, un poder judicial independiente y la capacidad de ejercer sus Derechos Humanos básicos de expresión y reunión sin temor a represalias”, enfatizó Pompeo.
Las palabras del secretario de Estado se produjeron poco después de que desde el equipo del presidente electo, Joe Biden, uno de sus próximos asesores de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, pidiera la liberación “inmediata” del opositor ruso y la “rendición de cuentas” de aquellos que cometieron este “escandaloso ataque”.
La politización de la justicia es inaceptable: Unión Europea
La Unión Europea condenó los hechos y aseguró que “las autoridades rusas deben respetar los derechos de Alexei Navalni y liberarle inmediatamente. La politización de la justicia es inaceptable”. Lo anterior en palabras del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en un comentario en Twitter.
Russian authorities must respect Alexei @navalny’s rights and release him immediately.
Politicisation of the judiciary is unacceptable.— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) January 17, 2021
En la misma red social, el presidente del Consejo de Europa, Charles Michel, calificó de “inaceptable” el episodio sufrido por el opositor ruso a su llegada a Moscú. “Pido a las autoridades rusas que le pongan en libertad de forma inmediata”, exigió el ex primer ministro belga.
The detainment of Alexey #Navalny upon arrival in Moscow is unacceptable.
I call on Russian authorities to immediately release him.
— Charles Michel (@eucopresident) January 17, 2021
Por su lado, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, denunció lo que entiende como una “ofensa a la comunidad internacional y a Europa después de salvarle su vida”.
Entre los estados miembro de la UE, los países del Este y los bálticos son los más críticos con Moscú y han abanderado la imposición de sanciones. Tras conocerse la detención de Navalni, Lituania, Estonia y Letonia publicaron un comunicado conjunto en el que reclaman que la UE actúe “rápidamente” si Navalni no es puesto en libertad. “Necesitamos considerar la aplicación de medidas restrictivas en respuesta a este acto flagrante”, señalaron los países bálticos, con lo que abrieron la puerta a aprobar nuevas sanciones.
En esta línea, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha señalado que la detención se trata de la “prueba” de que el Kremlin “sistemáticamente viola los Derechos Humanos y las libertades democráticas” y ha pedido que las democracias occidentales no toleren este maniobra.
Por parte de Alemania, el ministro de Exteriores, Heiko Maas, expresó que Rusia debe respetar los derechos civiles de cualquier ciudadano, también Navalni, de acuerdo a sus compromisos internacionales. Por ello reclamó su puesta en libertad, recordando que Europa sigue esperando que Moscú investigue su envenenamiento.
Otra de las voces que ha criticado el caso ha sido la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, quien demandó a Rusia que ponga en libertad a los detenidos, investigue el envenenamiento y proteja los derechos propios de cualquier democracia.
(Con información de Europa Press)