El Gobierno ruso ha entregado este lunes al embajador alemán una lista con los 40 miembros de su misión diplomática a los que declara persona non grata y que tendrán que abandonar el país. Moscú responde así a la expulsión de 40 empleados suyos que Berlín anunció a principios de abril. El Ministerio de Exteriores ruso subrayó en un comunicado que la decisión adoptada es una “respuesta simétrica” a la “decisión abiertamente hostil” adoptada por el Gobierno alemán. Además, consideró “inaceptable” que Berlín acusase a Rusia tanto de las matanzas ocurridas en Ucrania como de utilizar su misión diplomática para boicotear a Alemania desde dentro.
La expulsión de este lunes afecta a un tercio de la plantilla de la misión germana en Moscú, según la agencia DPA. En los dos últimos meses, los países de la Unión Europea han expulsado a cientos de miembros del servicio diplomático ruso de distinto rango, y Moscú responde semana tras semana. El pasado 5 de abril, España se sumó a esta acción y Exteriores dio una semana a 27 empleados de la embajada en Madrid para abandonar el país, un 60% de su personal total. La respuesta de Moscú aún no ha llegado.
La ministra de Exteriores germana, Annalena Baerbock, insinuó el pasado 4 de abril que la misión rusa habría utilizado el amparo de la misión diplomática para realizar labores de inteligencia en su país. “Esperábamos el paso dado hoy, pero de ningún modo está justificado. Los 40 empleados de la representación rusa en Alemania que expulsamos no habían trabajado en actividades diplomáticas ni un solo día durante toda su estancia en el país. Durante años trabajaron sistemáticamente en contra de nuestra libertad y de nuestra unidad social, y su presencia amenazaba a todos aquellos que buscaron nuestra protección”, afirmó.
La expulsión de los diplomáticos rusos fue considerada “una decisión sin precedentes” por Moscú. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, afirmó entonces que las declaraciones de Baerbock eran “una confirmación del curso abiertamente hostil de Berlín para destruir de forma deliberada todas las relaciones bilaterales”.
El castigo diplomático adoptado contra Rusia por su ofensiva en Ucrania ha variado en cada país. España, por ejemplo, excluyó a los primeros altos cargos, entre ellos el embajador, Yuri Korchagin, y el ministro consejero, Dmitri Sokolov. Los países bálticos decidieron ir más allá y cerraron los consulados rusos en sus territorios. Como respuesta, el Kremlin echó el candado la semana pasada a las misiones consulares de Estonia, Letonia y Lituania en las ciudades de San Petersburgo y Pskov, e instó a dejar el país a sus diplomáticos, declarados persona non grata.
No es la primera vez que Alemania expulsa diplomáticos rusos en los últimos meses. A finales de diciembre instó a dos miembros de la embajada a abandonar el país después de que un juzgado germano confirmase que el asesinato de un opositor checheno en 2019 en un parque de Berlín fue “un acto de terrorismo de Estado”.
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