El Gobierno de Rusia anunció este martes la expulsión de dos empleados de la Embajada de Finlandia en Moscú por sus sanciones contra el país y su “postura de confrontación” tras el estallido de la guerra en Ucrania, “incluida la entrega de armas al régimen de Kiev”.
El Ministerio de Exteriores ruso dijo que convocó al embajador finlandés en Moscú, Antti Helanterya, para comunicarle la decisión y destacó que “es inaceptable que estos dos trabajadores diplomáticos continúen como parte del personal de la Embajada de Finlandia”.
Asimismo, criticó a Helsinki por “encubrir los crímenes de nacionalistas ucranianos contra la población civil en el Donbás y en Ucrania”, según un comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores a través de su página web.
La medida se da luego de que el pasado domingo, el presidente de Finlandia, Sauli Niinisto, y la primera ministra del país, Sanna Marin, anunciaron la aprobación de la solicitud de entrada del país en la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con la intención de “maximizar” sus opciones de seguridad tras la invasión rusa de Ucrania.
El presidente indicó que “la pertenencia a la OTAN no cambia la geografía” entre Rusia y Finlandia y que en su conversación telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin mantenida el pasado sábado, y en la que le informó personalmente de la decisión de unirse al bloque, ambos líderes recordaron aspectos de cooperación bilateral desvinculados de la Alianza Atlántica “que tenemos que cuidar en un futuro”.
“Espero y no dudo de que Rusia quiere proseguir con estas obligaciones diarias, como ha pasado con Noruega en el difícil contexto del Ártico”, indicó.
Este lunes, el presidente ruso, Vladimir Putin, descartó que la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN suponga una amenaza directa para la seguridad de Moscú, ya que “no tiene problemas con esos países”, si bien adelantó que “sin duda” responderán a esta “política expansionista sin fin” de la Alianza.
Así, argumentó que la reacción de Moscú “dependerá de la naturaleza de las amenazas que surjan”, al tiempo que acusó a los países occidentales de estar creando un problema “desde cero” y agregar que por tanto Moscú se guarda el derecho a responder “en consecuencia”. “Esto sin duda requerirá de nuestra atención adicional”, señaló.
El mismo lunes, el Gobierno de Rusia había asegurado que no aceptará la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN y afirmó que se trataría de “otro grave error con consecuencias de largo alcance”.
“La situación está cambiando de forma radical ante lo que está ocurriendo”, dijo el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov, que apuntó que “es un reflejo de una percepción absolutamente falsa y distorsionada de lo que ocurre en el mundo por parte de círculos políticos en Occidente”.
Así, manifestó que “la seguridad de Suecia y Finlandia no se verá fortalecida como resultado de esta decisión”, según la agencia rusa de noticias Interfax. “Es algo bastante obvio para nosotros”, señaló Riabkov durante una rueda de prensa en Moscú.
“La forma en la que garantizaremos nuestra seguridad tras el cambio en esta configuración general de la OTAN es un asunto al margen. Dependerá de lo que sea en términos prácticos el resultado del esperado acceso de Finlandia y Suecia a la Alianza”, explicó. “Que no se hagan ilusiones de que nos resignaremos sin más”, advirtió.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, señaló el domingo que la organización militar valora aumentar su presencia en la región báltica e incluso desplegar tropas en Suecia y Finlandia, para garantizar la seguridad de los dos países escandinavos desde que soliciten el ingreso en la OTAN.
(Con información de Europa Press y Aristegui Noticias)
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