Las horribles imágenes de Bucha podrían repetirse próximamente en otras ciudades de Ucrania tomadas por el ejército ruso. Según Moscú, que ha acusado a Kiev sucesivamente tanto de haber matado a las víctimas como de haber escenificado los vídeos con actores en esta localidad a unos 25 kilómetros de Kiev, pronto podrían aparecer escenas similares en otras regiones donde se están replegando sus tropas.
“Según nuestra información, la noche del 4 de abril, en la aldea de Moshchún, a 23 kilómetros al noroeste de Kiev, el personal del 72º Centro de Operaciones Psicológicas de Ucrania llevó a cabo otra escenificación con civiles presuntamente asesinados violentamente por las fuerzas armadas rusas para su posterior distribución a través de los medios occidentales. Los servicios especiales ucranios preparan acciones similares en Sumi, Konotop y otras ciudades”, ha asegurado el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashenkov, al comentar el parte de guerra diario.
Moscú ofreció varias versiones diferentes el pasado domingo 3 de abril sobre lo ocurrido en Bucha. Por un lado, decía que algunos cuerpos eran en realidad actores fingiendo estar muertos porque uno de ellos supuestamente movía una mano en un vídeo, aunque en las grabaciones se podía comprobar que era un simple efecto óptico del retrovisor del coche en marcha desde el que se filmaron las imágenes. Las autoridades rusas también apuntaron a que los civiles podrían haber sido asesinados por su propio país.
“Las afueras [de Bucha] fueron bombardeadas 24 horas al día por las tropas ucranias con artillería de gran calibre, tanques y sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples”, recogía el comunicado de Moscú. Sin embargo, ningún superviviente contó eso ni a los primeros periodistas en llegar, de Reuters y AFP, ni a los reporteros que accedieron al lugar después, incluido al de EL PAÍS.
La investigación continúa, pero la versión rusa del bombardeo no cuadra con lo visto en Bucha. Es el caso de la muerte de Oleg, uno de los habitantes del pueblo que fue hallado muerto con las manos atadas. Un vecino contó al enviado especial de este diario que le oyó gritar “¡Soy un civil, soy un civil, no disparéis!” antes de que sonase una ráfaga de varios disparos.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso denunció que el alcalde de Bucha, Anatoli Fedoruk, anunció la liberación de la ciudad ucrania el 31 de marzo sin mencionar la presencia de cuerpos de civiles muertos por las calles. Sin embargo, la hemeroteca atestigua que el alcalde sí había señalado que se había producido una matanza días antes de conocerse la marcha de los rusos.
“Es un terror planificado contra la población civil. Aquí, en Bucha, vemos todos los horrores que escuchamos de los crímenes cometidos por los nazis durante la II Guerra Mundial”, decía el alcalde en una entrevista publicada por Pledge Times el 28 de marzo. Y una semana antes, el 22 de marzo, el Centro para la Crisis de Ucrania contaba la ejecución de un padre delante de su familia. Además, otros supervivientes relataron al medio ucranio Babel otros horrores que habían presenciado el 26 de marzo. El diario The New York Times ha recopilado varias imágenes de satélites donde se observan los cuerpos abandonados en la calle durante días, antes de que las tropas ucranias recuperaran la ciudad de manos rusas.
La Fiscalía de Ucrania afirma que han sido hallados cuatro centenares de civiles muertos en las localidades situadas al norte de Kiev, y el gobernador de la región de Sumi anunció ayer que las tropas rusas se están retirando de la zona.
Según los últimos datos del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, al menos 1.430 civiles han muerto y 2.097 han resultado heridos hasta el 4 de abril, incluidos 161 niños fallecidos. Naciones Unidas advierte de que las cifras “son considerablemente más altas” porque las hostilidades en algunas zonas impiden recabar más información fiable.
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