KIEV, Ucrania — Rusia accedió este miércoles a reanudar su participación en un acuerdo para enviar granos y otros materiales de puertos ucranianos hacia los mercados mundiales, afirmando que Ucrania se comprometió a no usar el corredor en el Mar Negro para atacar a las fuerzas rusas.
Pero el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que Moscú se reserva el derecho de retirarse nuevamente del acuerdo si Kiev incumple su palabra.
“Exigimos garantías de la parte ucraniana de que los corredores humanitarios no se utilizarán con fines militares”, dijo Putin en una reunión del Consejo de Seguridad, según las agencias de noticias estatales rusas.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo en un comunicado que Kiev se comprometió formalmente a usar el corredor entre Ucrania y Turquía “exclusivamente por lo acordado bajo las estipulaciones” del pacto.
“La Federación Rusa cree que las garantías que ha recibido actualmente parecen ser suficientes, y reanuda la implementación del acuerdo”, indicó el ministerio ruso, añadiendo que la mediación de la ONU y de Turquía aseguró la reanudación del pacto.
Rusia suspendió su participación en el pacto durante el fin de semana alegando que drones ucranianos atacaron su flota en el Mar Negro. Ucrania nunca se atribuyó el ataque, que algunos funcionarios ucranianos atribuyeron a soldados rusos que manejaron mal sus propias armas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, indicó que el pacto se reanudará el miércoles y que le dará prioridad a los envíos a naciones africanas como Yibutí, Somalia y Sudán.
Ello va a acorde con las inquietudes rusas de que los granos habían ido solo a las naciones ricas desde que Rusia y Ucrania lograron acuerdos separados con Turquía y la ONU en julio.
El jefe humanitario de la ONU Martin Griffiths declaró el lunes que el 23% de lo exportado por Ucrania bajo el acuerdo fue a países de ingresos bajos o bajos-medios, que también recibieron el 49% de los envíos de trigo.
La ONU y Turquía negociaron en julio acuerdos separados con Moscú y Kiev para garantizar que África, Oriente Medio y partes de Asia recibieran cereales y otros alimentos desde la región del Mar Negro.
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Ucrania y Rusia son importantes exportadores de trigo, cebada, aceite de girasol y otros alimentos a países en desarrollo asolados por el hambre. La interrupción de esos envíos, antes del acuerdo, hizo subir los precios de alimentos y combustibles y hundió a decenas de millones de personas en la pobreza.
El acuerdo hizo bajar los precios mundiales de los alimentos en un 15% con respecto a su máximo alcanzado en marzo, de acuerdo con la ONU. La pérdida de los envíos ucranianos hubiera obligado a países pobres a pagar más para importar granos, en momentos en que países productores como Argentina y Estados Unidos lidian con clima seco, dicen analistas.
Tras el anuncio de que Rusia reanudaría su participación en el acuerdo, los precios a futuro del trigo bajaron en más de 6% en Chicago, borrando el alza registrada el lunes.
Por lo menos un tercio del grano enviado en los últimos tres meses fue al Medio Oriente y el norte de África, y gran cantidad de maíz fue a Europa, señaló Joseph Glauber, investigador del Instituto Internacional de Políticas Alimentarias en Washington.
Añadió que más trigo está yendo al África subsahariana y Asia, regiones que se han convertido en importantes compradoras de granos ucranianos.
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