KIEV, Ucrania — El ejército ruso ha retirado a sus oficiales de la ciudad anexionada de Kherson y los ha trasladado al otro lado del Río Dniéper en anticipación de un avance ucraniano, según dijo el domingo el Institute for the Study of War, un centro de estudios con sede en Washington.
Moscú ha dejado tropas recién movilizadas y sin experiencia al otro lado del amplio río para retrasar la contraofensiva ucraniana mientras completa su retirada, añadió el grupo.
Los movimientos de tropas se hacían mientras el ejército ucraniano reportaba que sus contraofensivas continuaban en las regiones de Kershon y Zaporiyia.
Las autoridades instauradas por Rusia en Kherson ordenaron el sábado a toda la población que se marchara de inmediato ante las acciones previstas de tropas ucranianas para retomar la ciudad.
Kherson lleva en manos rusas desde los primeros días de la guerra en Ucrania, que comenzó hace ocho meses. La ciudad es la capital de la región del mismo nombre, una de las cuatro que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anexionó de forma ilegal el mes pasado y puso bajo la ley marcial rusa el jueves.
Fuerzas ucranianas bombardearon el viernes las posiciones rusas en toda la provincia y se centraron en las rutas de suministro de las fuerzas prorrusas que cruzan el Río Dniéper, mientras preparaban una ofensiva para reclamar la ciudad.
El ISW añadió que la nueva estrategia rusa de atacar centrales eléctricas en los últimos días parecía ir dirigida a reducir la voluntad ucraniana de pelear y obligar al gobierno de Kiev a dedicar recursos adicionales a proteger a los civiles y la infraestructura energética. El centro de estudios consideró improbable que la campaña dañara la moral ucraniana, aunque estimó que tendría un impacto económico considerable.
El ejército ucraniano dijo el domingo que las fuerzas rusas estaban en su mayoría a la defensiva, aunque mantenían los ataques contra la red energética de Ucrania y contra varias poblaciones en la región oriental del Donbás.
Nueve regiones de Ucrania, desde Odesa, en el sureste, a Kharkiv, en el nordeste, registraron ataques contra instalaciones energéticas y otra infraestructura crítica en el último día, según el Estado Mayor ucraniano. En total se reportaron 25 ataques aéreos rusos y más de 100 ataques de misiles y artillería en toda Ucrania.
A su vez, las fuerzas ucranianas que participaban en la contraofensiva en Kherson y Zaporiyia atacaron instalaciones controladas por Rusia, en especial en la población de Nova Kakhova, y realizaron 17 ataques aéreos en total, según el Estado Mayor ucraniano.
En un post de Telegram, el ejército ucraniano afirmó el domingo que había destruido 14 drones de fabricación iraní durante la última jornada.
Al menos 30% de las centrales eléctricas han sido dañadas por bombardeos rusos.
Misiles rusos S-300 golpearon durante la noche un barrio residencial en la ciudad de Mykolaiv e hirieron a tres personas, según el comando militar sureño ucraniano. Dos edificios de apartamentos, un parque infantil y un almacén sufrieron daños o quedaron destruidos, señaló en Facebook. No fue posible verificar los reportes de inmediato.
Por otro lado, el veterano jefe de una importante fábrica de motores de aviones fue detenido y acusado de colaborar con Rusia al proporcionar equipamiento militar para aeronaves rusas de ataque, según anunció el servicio de seguridad ucraniano.
Viacheslav Bohuslaiev, presidente de la planta Motor Sich en Zaporiyia, y otro directivo de la fábrica fueron acusados de colaboracionismo y “asistencia al estado agresor”.
Ambos estaban acusados de colusión con un fabricante ruso de armas cercano al Kremlin para proporcionar piezas y motores de fabricación ucraniana a las fuerzas rusas, indicó el servicio ucraniano de seguridad SBU. La agencia describió un complejo mecanismo con intermediarios en tres países para eludir las sanciones contra Rusia.
Motor Sich es uno de los principales fabricantes ucranianos y ha sido un importante proveedor de motores de avión desde la era soviética. Sus instalaciones han sufrido reiterados ataques rusos durante la guerra. Los motores de Motor Sich se utilizaban para equipar helicópteros rusos antes de que se interrumpieran las entregas tras la anexión rusa de la Península ucraniana de Crimea en 2014.
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